CHARNEGO, YO SOY CHARNEGO
Ramón Lorente De la Luna
Pues sí, mire Vd., yo soy charnego. Es decir,
he estado trabajando en Barcelona, pero poco. Y también he visitado varias
zonas de Cataluña, pero poco. ¿Y porqué poco? Pues la verdad, no lo sé. Pero
con los tiempos que corren tampoco me importa mucho.
Porque la verdad, a los que vamos de fuera a
Cataluña los habitantes de esta región, que no es más que otra región más (digo
más, adverbio de cantidad, que no Mas, nombre del President de la Generalitat
de Catalunya), nos llaman con el despectivo nombre de “charnegos”. A ustedes,
señores catalanes, el resto de los habitantes del estado español sólo les
llamamos por su nombre.
Pero (perdonen mis lectores, que inicie los
párrafos con tantas “p”, pero es que…¡¡NO ME GUSTA NADA QUE ME DIGAN LADRÓN EN
NINGÚN SITIO!! Y he tenido que soportarlo muchas veces, sobre todo con ciertos
personajillos, demócratas y no demócratas.
Al Sr. President de la Generalitat de
Catalunya yo no le acuso de haberme robado nada, porque fueron otros, no
catalanes precisamente, los que me han estado robando desde los más antiguos
tiempos para dárselo a sus paisanos, sin necesidad de que ellos se mancharan
las manos. Explicaré brevemente los robos que me han hecho.
1-Empezaré por aquellos
tiempos en que los catalanes, se repartían con alguna otra región española, el
monopolio de la producción de telas por un lado, y de trigo por otro.
2-Los respectivos
gobiernos de España (y quiero decir de toda España), en muchas ocasiones han
estado presididos por grandes hombres catalanes. Pues nunca nos hemos quejado
por ello. Pero como era lógico, el ascua la arrimaban a su sardina, o a su “calsots”,
qué más da.
3-Sin ir más lejos, la
vieja moneda española, la peseta, tenía nombre catalán, adoptado de las “peçetes”
catalanas.
4-Y si hablamos del
ferrocarril, el primero construido de España fue el de Mataró (año 1848), con
los dineros que los españoles aportaban, sin querer, porque nadie se lo
preguntaba, para la “naciente industrialización española”, que era mentira,
pues la naciente industrialización era la catalana, con la ayuda
“desinteresada” de todos los demás.
5- Y más, que hay mucho
más, por ejemplo las comunicaciones:
-Cuando ustedes presumían
de ferrocarril, a nosotros se nos negaba hasta el transporte por carretera.
Sólo había unos cuantos caminos para caballerías, y para que los grandes
rebaños de la Mesta fuesen y viniesen de Extremadura. Muchos de aquellos
rebaños eran propiedad de catalanes.
-Cuando los grandes
expresos iban y venían de Barcelona a Madrid y viceversa, a nosotros nos
pusieron, 50 años después, un tren que tardaba en llegar a Badajoz 16 horas,
cuando llegaba. Mientras, el trayecto Madrid-Barcelona era de 8 horas. Hasta
hace 5 ó 6 años, el trayecto Badajoz-Barcelona duraba de sol a sol, que ya
estaba bien.
-Hoy en día el célebre AVE
llega desde Barcelona a toda Europa. El Ave de Badajoz nos dicen que viene por
el camino, pero no saben qué camino. Es decir, ha tomada el camino de Barcelona
para ser instalado en alguna popular y muy catalana tierra. Eso sí, con mi
dinero, que no me han pedido permiso ninguno: simplemente me lo han quitado.
-Si hablamos de
telecomunicaciones, a Cataluña se la completó todo el servicio “automático” de
sus líneas telefónicas en 1965. Y tenían líneas de sobra. En Extremadura no. Hasta
1985 no se completó la automatización del servicio, eso sí, con cuentagotas.
Era triste ver como llegaban empresarios a Extremadura solicitando línea
telefónica para su empresa. Al no obtenerlo se marchaban a otras tierras: a
Cataluña. Todo estaba previsto. Les diré para su conocimiento, que los centros
más grandes de telefonistas en 1985 estaban en Extremadura. ¿Curioso no? Pero
muy triste.
-Y si hablamos de
carreteras, ustedes tienen autovías y autopistas para dar y tomar, nosotros
tenemos dos, y porque son estatales, que si no, pues ni eso.
-No digamos nada de temas
agro-industriales. Por citar uno, le diré que en 1990 una moderna fábrica de
cigarrillos se iba a instalar en la comarca extremeña de la Vera, la mayor
productora de tabaco de toda Europa. Pues tampoco. Se la llevaron, esta vez no
a Cataluña, sino a Andalucía, pero al caso es lo mismo. Extremadura no tenía
derecho a nada. Esto, Srs. catalanes, ustedes lo saben bien.
-Otro timo reciente es el
conocido como “Eje 16 RTE-T Sines/Algeciras-Madrid-París”. Pues tampoco. La mediación
catalana ha obligado a dejar en suspenso esta pequeña alegría para los pobres
extremeños. Ahora el eje es “Andalucía-Levante-Cataluña”. Otra obra para la que
no me han pedido dinero: simplemente me lo han quitado.
A través de estos pocos
ejemplos, aunque podría ponerle miles, observarán mi tristeza. Vamos, lo que en
Extremadura se conoce como “además de cornudo, apaleado”.
Pero a pesar de todo deben saber que
extremeños y catalanes, mal que nos pese, tenemos muchas cosas en común:
-1ª.- Ustedes tienen el
Tibidabo. Nosotros tenemos Las Villuercas.
-2ª.- Ustedes tienen la
Virgen de Monserrat, nosotros tenemos la Virgen de Guadalupe. Y, ¡Oh
casualidad!, las dos son morenetas. Pero la de Guadalupe es más Europea que la de
Monserrat. Y además es Patrona de la Hispanidad. Aunque sinceramente, creo que
a la Virgen y a ustedes eso no les afecta mucho.
-3ª.- Ustedes tienen la
costa Brava. Nosotros la costa Interior, pero con más kilómetros de playa, y
con su bandera azul.
-4ª.- Nosotros somos “La
Huerta de Europa”. Ustedes lo poco que producen agrícolamente se lo comen, pues
hasta los “calsots” los llevan de Extremadura (y de otros sitios, claro).
-5ª.- Ustedes tienen el
cava. Nosotros también. Antes no había más cava que el de Catalunya, que
debíamos comprar todos los charnegos por imperativo legal. Ahora tiene cava
cualquier región española, Y tan bueno como el catalán.
-6ª.- Ustedes tienen los
“calsots”, nosotros tenemos el “jamón de huerta”.
-7ª.- Ustedes tienen la
“butifarra”, nosotros tenemos el “jamón ibérico”, aunque la verdad es que se
parecen poco.
-8ª.- Antes teníamos que
llevar nuestros escasos dineros a un banco catalán. Ahora los llevamos donde
queremos.
-9ª.- Antes disponíamos de
chismes gracias a los catalanes, que los vendían “bien vendidos”. Ahora los
tenemos gracias a los chinos, que nos los dejan a mucho mejor precio.
-10ª.- Antes nos
vestíamos, lo poco que podíamos vestirnos, gracias a los catalanes. Ahora
tenemos telas de todo el mundo, y baratitas.
-11ª.- Antes íbamos de
excursión a la Costa Brava. Ahora vamos a la costa que queremos. Bueno, a la
que podemos, pues somos pobres.
-12ª.- Ustedes tienen
problemas de abastecimiento de agua de vez en cuando. A nosotros nos sobra.
Incluso, si es preciso, se la podemos dejar baratita, regalar no, porque en eso
hemos sido buenos alumnos suyos.
Podría seguir con comparaciones, que a pesar
de lo que diga el vulgo corriente, nunca son odiosas. Pero creo que basta con
las expuestas.
Pues sí,
señores catalanes, la deuda que el Estado Español tiene contraída con
Extremadura es, realmente, prehistórica. Pues España desde ad calendas graecas,
nos roba, eso sí, por imperativo legal. Y les recuerdo que ustedes, mal que les
pese, formaban parte de España desde el principio de los tiempos. Pero antes
eran otros tiempos, y ahora en estos ¡que nos quiten lo bailao!, ¿verdad?.
Y, claro, los
tiempos que corren no son nada halagüeños para los sufridos extremeños. Han
pasado los años de las vacas gordísimas, y ahora que están flacas, pues se me
hace que la deuda que nos tienen que devolver seguirá por unos años o lustros
más.
Pero los
extremeños somos acogedores, y nos gusta que cuantos nos visitan, conozcan esta
tierra y sus pobladores. Pueden llamarme “charnego”, si les apetece, pero no me
llamen ladrón: no usen palabras inapropiadas, si no quieren que los demás
también empecemos a utilizar semejantes palabras.