jueves, 19 de octubre de 2017

MARCHA DE VELAS EN BARCELONA-2017



MARCHA DE LAS VELAS-BARCELONA 2017
Ramón Lorente De la Luna

  Tenía que ocurrir. Las secuencias en todos los movimientos afines se repiten inexorablemente.
  El principio comienza por movimientos sociales de poca relevancia que suelen hacer gracia. Hasta que se complican. Así empezó el reinado nazi en Alemania. Primero vinieron demostraciones de fuerza, como la célebre marcha de las antorchas de 1933. El estadio olímpico de Berlín lleno no de banderas alemanas, sino de enseñas nazis.
  Luego la quema del Parlamento Alemán (Reichstag). Por último la barbarie nazi que llevó a la segunda guerra mundial.
  Se empezó por echar la culpa a los “judens” (judíos), y asesinaron a más de 8 millones de seres indefensos. Y muchos más millones de jóvenes americanos, ingleses, europeos, australianos, hindúes, chinos, etc., que dieron sus vidas para acabar con aquella brutalidad.
  En Cataluña llevan un camino idéntico: primero las demostraciones de fuerza con las esteladas. El campo del FC Barcelona cubierto no de señeras, sino de esteladas. Las célebres diadas con esteladas.
  Luego las marchas de las antorchas, como la del día 17-10-17 por la Diagonal.
  Ya sólo falta quemar el Parlament Catalán y echarle la culpa a los “charnegos”, y que decidan la “noche de los cuchillos largos” para acabar con los “judens”, digo con los charnegos de Catalonya.
  Y quienes son estas personas?
  Recordemos que en Alemania no todos los alemanes eran nazis. Pero fueron obligados a serlo: nadie se salvó, porque los que se salvaron se murieron. Aquellos independentistas alemanes tenían un nombre: Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.
  Estos independentistas de aquí tienen otro nombre muy parecido: Esquerra Republicana de Cataluña, de ideología nacionalistasocialista y republicanismo de izquierdas. Unidos a otros movimientos de similar ideología.
  El actual Gobierno de la Comunidad catalana está dirigido por un señor idéntico al célebre dictador alemán. Solo se diferencian en un pequeño detalle: el bigotillo. Pero todo se andará para ser iguales.