Extremadura partida
Adiós AVE, adiós autovía
Badajoz-Cáceres, adiós Eje 16-ruta de mercancías.
Ramón Lorente de la Luna
“Badajoz
y Cáceres no pueden seguir viviendo de espaldas. José Manuel López así lo
recoge en su libro “La historia, el patrimonio y la naturaleza que guarda la
Ex100”. “Nadie se pregunta por qué entre Badajoz y Cáceres no hay ni un solo
pueblo en cuarenta kilómetros.” Existen dos, pero a más de cuarenta kilómetros
de separación.
Pues es así de triste amigo José Manuel.
No es mi estilo la crítica por criticar. Pero
la Gran Región Extremeña se encuentra partida
de forma vertical lamentablemente, por un eje bien determinado
norte-sur, que pasa un poquito a la derecha de Mérida. A la izquierda del mismo
una franja estrecha pero con ganas de avanzar, de evolucionar, cuyo límite es
la raya de Portugal. A la derecha de esa línea una zona “progresista” (qué mal
se entiende la palabra “progreso”), que vive no ya de espaldas a la parte de la
izquierda, si no de espaldas a sí misma.
Tres obras singulares arreglarían esa
diferencia:
1-El
Ave. Esa línea moderna, con más años que la “tana”, pero que nosotros nos
atrevemos a decirla moderna, porque vive en nuestros sueños.
2-La
autovía Badajoz-Cáceres. Esa quimera de contar con una vía rápida que una las
dos capitales hermanas.
3-El
Eje 16-Corredor Prioritario de la Red
Transeuropea de Transporte, por donde los productos extremeños ganen en
potencia de transporte y velocidad.
Explicar las ventajas de esas tres obras sería
laborioso pero sencillo. Lo triste es que a la mayor parte de la población de
la margen derecha de esa divisoria le importa un comino el Ave. Esa población
dice que Ave, ¿Para qué? Y no les falta razón.
Pero a la de la margen izquierda, el corredor
Sines-Madrid-París, o sea el Eje 16, le importa otro comino.
Lo de la autovía Cáceres-Badajoz y viceversa,
no le importa a nadie. Sólo afecta a las dos capitales de provincia extremeñas,
y ya sabemos que la proporción de habitantes, tanto de Cáceres como de Badajoz,
sobre su respectiva población provincial, supone poco más o menos el 28%.
De esta postura de indiferencia no se puede
culpar al partid político A, B, C o X. Los partidos políticos están a los
números fríos. Y vamos tirando.
Pero resulta curioso que los extremeños cuando
salen de su tierra son avispados, trabajadores, creadores y se afanan por
progresar. Pero en su tierra se acostumbran a pasar con lo que tienen, sin
mirar que un poco más allá están las “tierras de indias” esperando que las
descubramos, sin que tengamos que movernos de nuestra Extremadura. Es decir, el
conformismo más absurdo.
Ahora sí amigo José Manuel, los que quieran
entenderte que te entiendan. Falta el querer “entender”.