lunes, 9 de septiembre de 2019

VIII CONCURSO NACIONAL DE CANTE FLAMENCO VILLA DE CANDELEDA


VIII CONCURSO NACIONAL DE CANTE FLAMENCO VILLA DE CANDELEDA 2019

MIGUEL ÁNGEL LARA ganador del VIII Concurso Nacional “Villa de Candeleda”

  A las 22 horas del día3 de agosto de 2019, y con una gran afluencia de público, que llenaba los “tablados” y las sillas colocadas en la Plaza Mayor, se celebró este singular evento anual del cante Jondo de Candeleda.

  Fueron finalistas del mismo, seleccionadas a través de las actuaciones que la “Peña Flamenca Amigos del Cante de Candeleda” viene celebrando a lo largo de las actuaciones programadas, las grandes figuras de este bello cante:

Alba Bazán                                        (Sanlúcar de Barrameda-Cádiz.
Antonio Benítez                              (Quintana de la Serena –Badajoz)
Pedro Peralta                                  (Cáceres)
Anabel de Vico                                (Los Palacios-Sevilla)
Pablo Padilla                                   (Jerez de la Frontera-Cádiz)
Adrián Fernández                         (Don Benito-Badajoz)
Miguel Ángel Lara                         (El Saucejo-Sevilla) Como ganador de “Jóvenes menores de 16 años”
  Como Guitarrista oficial actuó el gran maestro cordobés:
Luís Calderito.

 Tras una muy completa actuación artística por parte de todos los concursantes, el jurado otorgó el primer premio a D. Miguel Ángel Lara. Una gran promesa que empieza su andadura.

 El evento, como ya es tradicional, se organiza por:
 Peña Flamenca de Candeleda “Amigos del Cante”.

 Patrocina y Colabora:
 Excmo. Ayuntamiento de Candeleda

martes, 3 de septiembre de 2019

EL "RINRAN"


Retazos de la historia de Candeleda:
El “rinrán”

 ¿Cómo? ¿Que Vd. no sabe lo que es un “rinrán”?
 ¡¡Ah!! Perdone. Se me olvidaba que Vd. no es de Candeleda.
  Bueno, pues entonces lo entiendo. Pero permítame que le diga lo que es el “rinrán”.
 Un “rinrán” es simplemente una ensalada ¡¡Pero qué ensalada!! Eso sí, a ser posible debe de ser confeccionada con productos típicamente candeledanos y criados en Candeleda. Lo digo por el aquél de su sabor, de su finura, de su contenido en agua pura, y ¡claro!, porque si se hace con similares productos de otras tierras, pues ya no es “rinrán”, aunque se lo parezca.
 Me puede Vd. decir que eso es “chauvinismo”. Bueno, pues como quiera, pero yo lo digo “hacer patria”.
 El rinrán se compone de cuatro productos básicos: tomate, pepino, cebolla y pimiento (cornicabro). Si se le añade otros productos, léase lechuga, atún o sardinas en aceite, etc., pues resulta una cosa que dicen ensalada mixta. Ya no es rinrán.
 Los productos básicos del rinrán deben estar maduros, es decir, bien formados. El tomate debe ser grande, de esos tomates tipo “moruno”, o redondos, bien rojos, que hayan sido bien regados, y que al sajarlos sueltan ese zumo exquisito que parece agua. El pepino bien hecho, formado, con las pepitas aún tiernas, pero sin estar duro, a ser posible medio verde, medio amarillo; la cebolla de esas cebollas bien regadas, blancas por fuera, tiernas y que no pican. El pimiento maduro, es decir pintón, entre verde y rojo, y hermoso.
 ¿Qué instrumento utilizar? Pues muy sencillo. La navaja “cabritera”. Es decir el utensilio que de siempre se ha utilizado en Candeleda para todo. Lo mismo sirve para matar o descuartizar una res, y desollarla (o cabrito o cochinillo), para pelar una naranja, partir una sandía, partir el pan, etc. Es una navaja generosa en tamaño, si ser excesivo, o sea que no llega a cuchillo de cocina, pero tiene más aplicaciones. También incluso para podar pequeñas ramas de árboles frutales.
 Etimológicamente la palabra “rinrán” tiene un puro significado “onomatopéyico”, es decir, es el movimiento sucesivo que se realiza con la navaja, “rin ran”, para partir los cuatro productos citados que componen esta ensalada. De ahí el nombre rápido e intuitivo de la misma: “rinrán”.
 ¿Y su guiso? Pues como decía un tío mío que en Gloria esté: “la ensalá salá, poco vinagre y bien aceitá”. Aunque esto debe tomarse con cierta cautela, pues cada persona utilizará los ingredientes citados en función de su gusto. Ello no importa mucho. ¿Y por qué? Pues por los componentes del rinrán. El tomate es un gran producto culinario. Algunos dicen que tiene un poco de “ácido úrico”. Bueno ello puede ser así, pero lo cierto es que tiene un gran poder de limpieza del organismo, aunque cierto grado de acidez, o sea, el rinrán no necesita mucho vinagre.
 El pepino es un gran diurético, limpiador de hígado y riñones, pero sin sales ninguna. La cebolla tiene unas grandes propiedades minerales, y del pimiento qué decir: del mismo, una vez seco y molido, se obtiene el pimentón único de la Vera. Recordemos que Candeleda pertenece a la Comarca de la Vera.
 La sal es necesaria siempre de forma comedida, pues los productos candeledanos suelen ser pobres en sales, ello debido a la carencia de esos minerales en el agua que reciben de la Sierra de Gredos. Y el aceite, eso sí, de forma generosa. El aceite de Candeleda es exquisito, muy fino, por el mismo problema de sales de las que carece la Sierra de Gredos que cito, y que padecen las olivas de las que se obtiene tan delicioso producto. Nunca hará daño. Al revés: para las personas de tensión alta, o problemas cardiovasculares, siempre les será muy beneficioso.
 Una vez dispuestos los productos y el “utensilio” para picarlos, lo más normal es hacerlo en un barreño”, vamos una fuente de barro, a ser posible rojo. El rinrán una vez confeccionado se debe degustar enseguida y que no pierda propiedades. Para comerlo se puede utilizar el tenedor o la cuchara. El tenedor resulta más fino, pero con la cuchara se comerá simultáneamente los trozos de sus componentes y el caldito que sueltan.
 Bueno, lo pueden comer sólo, o acompañado de un buen embutido candeledano: morcilla de verano, chorizo, o una buena morcilla de calabaza y un trozo de ántima. Y con el riquísimo pan de Candeleda.
  ¡¡Que aproveche!!