Retazos de la historia de Candeleda:
El “rinrán”
¿Cómo? ¿Que
Vd. no sabe lo que es un “rinrán”?
¡¡Ah!!
Perdone. Se me olvidaba que Vd. no es de Candeleda.
Bueno, pues
entonces lo entiendo. Pero permítame que le diga lo que es el “rinrán”.
Un “rinrán”
es simplemente una ensalada ¡¡Pero qué ensalada!! Eso sí, a ser posible debe de
ser confeccionada con productos típicamente candeledanos y criados en
Candeleda. Lo digo por el aquél de su sabor, de su finura, de su contenido en
agua pura, y ¡claro!, porque si se hace con similares productos de otras
tierras, pues ya no es “rinrán”, aunque se lo parezca.
Me puede Vd.
decir que eso es “chauvinismo”. Bueno, pues como quiera, pero yo lo digo “hacer
patria”.
El rinrán se
compone de cuatro productos básicos: tomate, pepino, cebolla y pimiento
(cornicabro). Si se le añade otros productos, léase lechuga, atún o sardinas en
aceite, etc., pues resulta una cosa que dicen ensalada mixta. Ya no es rinrán.
Los productos
básicos del rinrán deben estar maduros, es decir, bien formados. El tomate debe
ser grande, de esos tomates tipo “moruno”, o redondos, bien rojos, que hayan
sido bien regados, y que al sajarlos sueltan ese zumo exquisito que parece
agua. El pepino bien hecho, formado, con las pepitas aún tiernas, pero sin
estar duro, a ser posible medio verde, medio amarillo; la cebolla de esas
cebollas bien regadas, blancas por fuera, tiernas y que no pican. El pimiento maduro,
es decir pintón, entre verde y rojo, y hermoso.
¿Qué
instrumento utilizar? Pues muy sencillo. La navaja “cabritera”. Es decir el
utensilio que de siempre se ha utilizado en Candeleda para todo. Lo mismo sirve
para matar o descuartizar una res, y desollarla (o cabrito o cochinillo), para
pelar una naranja, partir una sandía, partir el pan, etc. Es una navaja
generosa en tamaño, si ser excesivo, o sea que no llega a cuchillo de cocina,
pero tiene más aplicaciones. También incluso para podar pequeñas ramas de
árboles frutales.
Etimológicamente
la palabra “rinrán” tiene un puro significado “onomatopéyico”, es decir, es el
movimiento sucesivo que se realiza con la navaja, “rin ran”, para partir los
cuatro productos citados que componen esta ensalada. De ahí el nombre rápido e
intuitivo de la misma: “rinrán”.
¿Y su guiso?
Pues como decía un tío mío que en Gloria esté: “la ensalá salá, poco vinagre y
bien aceitá”. Aunque esto debe tomarse con cierta cautela, pues cada persona
utilizará los ingredientes citados en función de su gusto. Ello no importa
mucho. ¿Y por qué? Pues por los componentes del rinrán. El tomate es un gran
producto culinario. Algunos dicen que tiene un poco de “ácido úrico”. Bueno
ello puede ser así, pero lo cierto es que tiene un gran poder de limpieza del
organismo, aunque cierto grado de acidez, o sea, el rinrán no necesita mucho vinagre.
El pepino es
un gran diurético, limpiador de hígado y riñones, pero sin sales ninguna. La
cebolla tiene unas grandes propiedades minerales, y del pimiento qué decir: del
mismo, una vez seco y molido, se obtiene el pimentón único de la Vera. Recordemos
que Candeleda pertenece a la Comarca de la Vera.
La sal es
necesaria siempre de forma comedida, pues los productos candeledanos suelen ser
pobres en sales, ello debido a la carencia de esos minerales en el agua que
reciben de la Sierra de Gredos. Y el aceite, eso sí, de forma generosa. El aceite
de Candeleda es exquisito, muy fino, por el mismo problema de sales de las que
carece la Sierra de Gredos que cito, y que padecen las olivas de las que se
obtiene tan delicioso producto. Nunca hará daño. Al revés: para las personas de
tensión alta, o problemas cardiovasculares, siempre les será muy beneficioso.
Una vez
dispuestos los productos y el “utensilio” para picarlos, lo más normal es hacerlo
en un barreño”, vamos una fuente de barro, a ser posible rojo. El rinrán una
vez confeccionado se debe degustar enseguida y que no pierda propiedades. Para
comerlo se puede utilizar el tenedor o la cuchara. El tenedor resulta más fino,
pero con la cuchara se comerá simultáneamente los trozos de sus componentes y
el caldito que sueltan.
Bueno, lo
pueden comer sólo, o acompañado de un buen embutido candeledano: morcilla de
verano, chorizo, o una buena morcilla de calabaza y un trozo de ántima. Y con
el riquísimo pan de Candeleda.
¡¡Que aproveche!!