viernes, 2 de diciembre de 2022

RIBUNA PÚBLICA "EL ANCLA". Conferencia sobre Extremadura

Ramón Lorente de la Luna 

¿Extremadura?

 Les propongo un recorrido histórico para llegar al final a la cuestión básica del tema.

Prehistoria- ¿Cuándo aparecen los seres humanos en nuestra tierra? A ciencia cierta no se sabe. Se datan los asentamientos en cientos de miles de años.

-De los periodos “Achelense” y “Musteriense” abundan los restos. Mas del Paleolítico inferior son los restos humanos más antiguos de esta tierra. Luego de pasar aquí miles de años, los de Atapuerca pasan el Sistema Central.

-Los restos hallados son verdaderas joyas del arte, Maltravieso, Conejar y Santa Ana, en Cáceres, pudieron habitarse por el hombre de Neandertal, luego por el “Homo Sapiens”. Cuevas con pinturas rupestres de 70.000 años aC, primeras halladas en el suroeste peninsular. Del Paleolítico superior son los humanos actuales, llegados hace unos 50.000 años. Del Neolítico nos legan grandes monumentos megalíticos, dolmen de Lácara, y restos de verdaderos poblados, caso de Huerta Montero, de Almendralejo, 4600 aC. Del Neolítico final hay asentamientos de unos 3.500 años aC. No sabemos cómo pudieron llamarla.

Etapa Prerromana. La habitaban básicamente:

-Vetones.- Provincias de Ávila y Cáceres, y parte de Salamanca, Toledo y Badajoz. Con Ulaca (Gredos), como la “Oppida caput vetonia”, y Mérida como “Oppida” importante. Al oeste llegaban al norte de la Sierra de la Estrella.

-Lusitanos.- Población arquetípica: ocupaban gran parte de la actual Extremadura. Su capital era Arse, o Arseaga, hoy Azuaga. Ciudad mítica y legendaria. Los historiadores Plinio y Tholomeo la citan por su suntuosidad y poder. El cartaginés Asdrúbal la cercó, más se retiró ante la férrea defensa de los arsanos. A ella llegaban hombres y animales de toda Hiberia, con productos que cambiaban o vendían en su próspero comercio. Llegaban por el este hasta Fuenteovejuna, y por el oeste hasta las tierras al sur de la Sierra de la Estrella.

-Al sur, cerca de la depresión bética, estaban los célticos, menos numerosos e influyentes.

  Vetones y Lusitanos tenían fuerte unión, con delimitaciones territoriales difusas.

  Conviven con tartesos, que ocuparon cierta extensión de esta tierra, dejando hermosos palacios o templos, “Cancho Roano” y “Turuñuelo”. Al este con oretanos, de Toledo, y al sur con carpetanos, de Córdoba y el Guadalquivir. Fenicios, griegos y cartagineses recorrieron sus tierras. Las tierras de vetones y lusitanos se comunicaban bien con el resto de Iberia:

-Ruta del oeste.- Desde Olissipo (Lisboa), llegaba hasta Mérida, seguía por la actual Santa Amalia, hasta Siruela; subiendo por Guadalupe cruzaba el puerto de “Rebatacapas”.

-Ruta del sur.- Venía de Gadir (Cádiz), pasaba por Híspalis y por la poderosa ciudad "Vultimaco" (Fuente de Cantos), Segeda hasta Mérida, continuaba por Cáceres y llegaba a los castros de Salmántica, Arbocala, etc.

-Ruta de los santuarios.- Venía de Corduba hasta Zalamea de la Serena, pasaba por los santuarios de “Cancho Roano”, “El Turuñuelo”, llegaba a Metellenium, y seguía hasta encontrar la ruta del oeste.

  Los fenicios conocían bien estas rutas, y el ejército del cartaginés: Aníbal sube por ellas cuando arrasa las poblaciones de Ávila, Salamanca, Valladolid, etc., antes de marchar sobre Roma en el año 221 aC.

  Según Heródoto, los foceos son los griegos que primero llegan a Iberia: la llamaron “Iberiké”.

Contra los cartagineses los pueblos de Hiberia entablan fuertes batallas, que causa la destrucción de grandes y bonitas ciudades, castros y poblados, pero no trastoca la división territorial que ya los distintos pueblos de Hiberia se habían otorgado.

Etapa romana: Entramos en la llamada “historia de Iberia conocida”. Con documentación y recuerdos que permiten descubrir nuestros ancestros. Por ello nos podemos dedicar un poco más a nuestros vetones y lusitanos, a los que el tiempo condicionó y mucho su devenir histórico.

  La invasión romana rae mucha barbarie, sangre y destrucción por parte de los invasores. Marco Fulvio Nobilior ocupó Toledo en el 192 aC. En el 147 aC, Viriato, con vetones y lusitanos derrotó al Pretor Cayo Plauto en un lugar del río Tiétar, entre las poblaciones de Candeleda, Ávila, y Navalcán, Toledo. El historiador Tito Livio, en su enciclopedia del mundo romano, dijo de Hispania: “aunque fue la primera provincia importante invadida, fue la última en ser dominada totalmente”. Cita la “Lusitaniae Celtiberiae” como “montibus pecora”, o sea , muy rica en ganado.

-El geógrafo griego Estrabón, amigo de Octavio Cesar Augusto, decía: “las tierras entre los ríos Tago, Tajo, y Ana, Guadiana, eran en la antigüedad una verdadera Mesopotamia, por la belleza de los objetos de adorno y cerámica que en la misma se encontraban, y por su dulce clima y su tierra productiva”. Cita que no se conoce en España hasta 1787.

  Mas Estrabón nunca estuvo en Iberia y, por tanto, en Lusitania ¿Quién le contó tales noticias? Es lícito presumir que el mismo Octavio Cesar Augusto, o sus generales, le informaron de tan ricas tierras. Pero Estrabón tuvo dudas sobre el verdadero asentamiento del Paraíso Terrenal. Yo no: Estaba entre dos ríos: el Tago y el Ana (Tajo y Guadiana).

  La romanización se basa en dos ejes esenciales de desarrollo:

a).- Establece una singular división administrativa

  Usa la “Provincia”, que divide en diócesis y conventus. La diócesis era una unidad territorial más amplia que el conventus, pero éste se adaptaba a la situación étnica prerromana. La Provincia” contenía el concepto jurídico de “conjunto de atribuciones otorgadas a un magistrado para ejercer con imperium en el ámbito de su jurisdicción”.

  Nace así la “Provincia Lusitana”. En la partición del año 27 aC se decían lusitanos hasta el sur de la actual Galicia, incluyendo Galicia y Asturias. Entre los años 16 y 7 aC, se dice que son galaicos hasta el Duero. Sus límites territoriales, con ciertas lagunas y modificaciones, serían:

  Por el Oeste, desde la desembocadura de Duero; bajaba por la costa del ”mare tenebrosum”, Atlántico, hasta el “Sacrum Promontorium”, Cabo de san Vicente, bordeaba la costa por el Sur llegaba hasta la desembocadura del río Ana, Guadiana; subía aguas arriba del mismo por su margen derecha; por el Sur seguía una línea que arrancando del río Ana continuaba dirección Este, incluyendo los términos municipales actuales de las localidades de Fregenal de la Sierra, Fuente de Cantos, Llerena, Fuenteovejuna, desde donde torcía al Norte hasta encontrar el rio Ana, Guadiana. Desde Puebla de Alcocer, por Valdecaballeros, llegaba a Maqueda (Toledo), seguía al norte incluyendo las tierras de Ávila, desde donde, en línea recta, incluyendo tierras de Salamanca, llegaba a la localidad de Fermoselle, Zamora, a encontrar otra vez el Duero. Los límites son imprecisos. Los cuentan Plinio y Estrabón en función de lo que a ellos les contaban.

  El emperador Augusto, dividió Lusitana en tres conventos jurídicos:

-Escalabitano.- Capital Escalabis, Santarem. Actual Portugal entre el Duero y el Tajo

-Pacense.- Capital Pax Iulia, Beja (no seguro). Actual Portugal entre el Tajo y la costa de Faro.

-Emeritense.- Capital Emérita Augusta. Capital de la Lusitania. Comprendía poblaciones tan importantes como Medellín, Cáceres, Trujillo, Coria, Talavera de la Reina, Salamanca), Ciudad Rodrigo, Ávila, y muchas otras de menor importancia.

  Emérita Augusta era el gran foco romano del oeste. Híspalis, luego Sevilla, fue otro centro del poder romano. Para Ávila, algunos historiadores dicen que la fundaron los romanos, quienes la darían el nombre de “Abila”, “Obila”, “Abyla” o “Abela”. Tuvo su mayor esplendor en los siglos I-II, con gran riqueza ganadera, practicando la trashumancia.

  Son los romanos los que otorgan el primer nombre conocido a nuestras tierras: “Lusitania”, de acuerdo con los pueblos que entonces la poblaban.

b).- Dota de amplia y moderna red de comunicaciones

  El territorio se unirá por una red de vías de comunicación a ciudades y poblados, para un rápido desplazamiento de personas y mercancías. Cito las rutas esenciales:

-Vía Dalmatia: Alio Itinere ab Emeritam Caesar Augusta-CCCXLVIII. M.P. (348 milia pasum o miliardos).

-Vía lata ó palata, luego "vía de la plata". DLI.M.P (551 miliardos).

-Ruta de los santuarios.- Desde "Túrdula", después "Corteba", luego Corduba, y hoy Córdoba, salía la vía que pasaba por Espiel, en cuyo término estaba la famosa fortaleza conocida como "Mano de Hierro".

-Vía Guinea. Partía de "Bracara Augusta" y "Conimbriga", Braga y Coimbra (Portugal); pasaba el Tajo por Alcántara (Cáceres) y enlazaba en Cáceres con la "Vía Palata".

  Los romanos destruyeron Arsa, mas a su alrededor crearon una gran red de colonias, caso de Regina (Reina), Regiana (Casas de Reina), etc. Los árabes la llamarían "Arseaga". De aquí era Viriato.

  Si bien los romanos crean pocas rutas nuevas, las existentes fueron preparadas con una técnica ejemplar, las calzadas, con firme de piedra labrada, con grandes puentes para atravesar los ríos, y que forman una densa red de comunicaciones.

Periodo visigodo. Los godos mantienen los nombres y división romanos. Nacen los “comes civitatis”, condes. Por encima de ellos estaban los “duces Proviciaex”. El potente núcleo de Mérida seguirá con su poder. No cambian el nombre. Seguía siendo ”Lusitania”. Pero aumentan su extensión, pues incorpora toda la actual provincia Huelva, con la población llamada “Pax Iulia”.

  En Emérita Augusta estaba el fabuloso monasterio de “Cauliana”, posible primera universidad europea; a él los godos poderosos enviaban a estudiar a sus hijos, en régimen de internado. De él salieron personas ya con el título de “don”, caso del “comes” Don Julián, el obispo Don Oppas, y el rey Don Rodrigo.

  El rey Rodrigo es vencido en el río wadi Lakka, Guadalete, por la traición del Obispo Oppas, hermano de Vitiza, y el abandono de sus tropas. Se dice que Rodrigo muere en la batalla, pero está confirmado que se refugió en Mérida después de la misma. Unos historiadores dicen que murió en la batalla de “Segoyuela”, Salamanca, otros que se refugió en el monasterio de Cauliana, huyendo a Portugal en unión de un monje llamado Romano al llegar los árabes, llevándose la imagen de la Virgen de Nazaret de dicho monasterio; murió años después en Vizeu, Viseo.

  Días antes de ser cercada por los árabes, muchos habitantes huyen bajando por el río Ana en barcas, pasando por el incipiente poblado ibero-godo de Badajoz, llegando a las costas atlánticas y subiendo a Galicia; entre ellos clérigos y monjas. Se cree posible que las reliquias del apóstol Santiago procedan de Mérida, y que sean las mismas que se veneraban en el “Monasterio de Santa María Princesa de las Vírgenes”, pues en el lugar de Galicia al que llegaron se levantó una iglesia de igual título, y venerando las mismas reliquias.

Periodo árabe. Al claudicar Mérida en junio de 713, Lusitania se convierte en “Cora Aftasí” con capital en Mérida. Era una de las coras más extensas y ricas. En el año 1031 nace el ”Reino Taifa de Badajoz”, independiente de Córdoba, que en cierto modo mantuvo los contornos territoriales de “Lusitania”. Los árabes no cambian los nombres existentes. Por el ejemplo al rio Tajo le llamaron “wadi Tago”; al Guadiana “wadi Ana”. El Tajo no cambió de nombre. ¿Porqué el río Ana si?

  Hasta mediado el siglo X la Cora Aftasí tuvo tres provincias eclesiásticas cristianas: Toledo, Bética y Lusitania; ésta con sede en Mérida, se extendía hasta Coímbra y Lisboa. Se regía por un metropolitano y sus obispos, aprobados por Córdoba.

  Según las crónicas árabes en Mérida quedaron tres iglesias, Santa Jerusalén, Santa Eulalia intramuros, que pudo ser hospital, y Santa Eulalia extramuros, y el monasterio de Cauliana. En el mismo siglo X todas fueron convertidas en mezquitas. Las iglesias se derribaron. A mediados del siglo XI no había cristianos en la Lusitania.

Reconquista. En 1079, al ser derrotado Alfonso VI de Castilla en Sagrajas, la poca importancia política, militar y religiosa que le quedó a Mérida pasó a Badajoz. En 1158 el tratado entre Fernando II de León y Sancho III de Castilla, origina que caballeros catalanes con Ermengol VII, conde de Urgel, ocupen Alcántara, Badajoz y otras poblaciones; pero dejan a su rey Aben Habel de vasallo. Cáceres se entrega a la “Orden Fratres de Cáceres”, luego “Orden de Santiago”.

  En 1165 Fernando II de León vence al portugués Gerardo Sempavor, que había ocupado Évora, Trujillo, Montánchez y Cáceres, y quería coger Badajoz. El rey leones recupera las tierras y confía su defensa a Ermengol VII, a Fernando Rodríguez de Castro, el “Castellano”, y al arzobispo de Compostela. A Ermengol y Rodríguez de Castro les recompensa con diversos territorios y ciudades lusitanas. Al arzobispo compostelano le recompensó evitando que las Sedes y el clero portugués dependan de Braga (Portugal), o Toledo (Castilla). El arzobispo de Compostela quería Mérida:

  Con Alfonso VII de Castilla, el obispo compostelano Diego Gelmírez logró que Roma restaurase el arzobispado de Mérida y su traslado a Santiago de Compostela. Gelmírez fue nombrado

“Arzobispo Compostelano y Vicario Apostólico para las Provincias (eclesiásticas) de Mérida y Braga”.

  Este arzobispado se posesionó muchos años de la parte de la Lusitania liberada de los árabes, hasta que el Papa decretó que las diócesis de Lamego y Guarda fueran para el arzobispado de Compostela, y las de Coímbra y Viseo para al arzobispado de Braga, luego Sede Primada de Portugal al separarse de Castilla.

  El arzobispo de Toledo se opuso con vigor a restaurar la Sede de Mérida.

  Entre 1174-1196 los almohades ocupan toda Lusitania. León y Castilla pierden sus conquistas.

  Durante la Reconquista, los reinos de Portugal, León y Castilla se disputan las tierras lusitanas. Portugal cede su parte al “Conde de Portus Cale”. Mas Alfonso III el “Magno”, de León, se apoderó de la ciudad de Viseu, Portugal, y halló la tumba de Don Rodrigo, con la sencilla inscripción: “Hic requiescit Rudericus rex gothorum”.

Nacen las “Extremaduras”. ¿Qué era la “Extremadura”?. Podíamos decir la “Dura frontera”, o la “Frontera extrema”, nada parecida a la hoy llamada Extremadura. La palabra Extremadura deriva del latín “Extrema Dorii”, “Extremos del río Duero”, o también, “en el otro extremo del Duero”.

La castellana. Era la frontera de los reinos cristianos del norte, caso de Castilla y León con al-Ándalus: tierras en torno al Duero por el sur: Soria, norte de Segovia, Rioja, etc., que se configuran como la “Extremadura”.

La leonesa. Llegaba hasta Cáceres, y luego hasta Badajoz y Mérida. Para distinguirlo de la “Extremadura castellana” se dice “Extremadura leonesa” desde las Cortes de Benavente de 1202.

 “Frontera extremeña” o “Frontera extrema dura”. Tierras al sur del Sistema Central

  Al caer Toledo se reconquista la “Extremadura”, una zona amplia subdividía en tres zonas:

-a) Oriental o verdadera.- Tierras del Duero, Atienza, Sigüenza, Medinaceli, Berlanga, Almazán y Soria. Repobladas entre los siglos XI y XII. De aquí el dicho histórico que Soria lleva en su escudo: “Soria pura, cabeza de Extremadura”, que nada que ver con la Comunidad Extremeña.

-b) Occidental.- Con Salamanca, Alba de Tormes, Ledesma y Ciudad Rodrigo. Muy repoblada.

-c) Castellana.- Con Ávila, Segovia, Sepúlveda, Cuellar, Iscar, Olmedo y Medina del Campo, en plena repoblación.

  En 1037, al morir Vermudo III de León sin descendencia, sus derechos pasan a su hermana Sancha, mujer de Fernando I de Castilla, y se produce la primera unión de los reinos de León y de Castilla.

  La Extremadura castellana estaba casi despoblada. Pero era reserva de pastos para la potente ganadería del norte, y zona que los reyes castellano-leoneses querían organizar militarmente para presionar a las taifas de Toledo y Badajoz, que trae la gran propiedad en manos de la Iglesia y Concejos. Al caer Toledo, mayo de 1085, toda la zona pase a manos cristianas. Desde 1086, el valor estratégico de la “Extremadura real”, o sea, tierras al norte del Sistema Central, aumenta en gran manera, al pedir la monarquía a los concejos que hagan frente a la invasión almorávide. A partir de 1186 Alfonso VIII ocupa Plasencia y asegura Gredos y el valle del Jerte, tierra a la llamó “Extremadura de Castilla”, cuyo territorio comprendía:

 “Desde el río Ebro hasta el Sistema Central, con 40 comunidades de Villa y Tierra; las vicarias de Serón y Monteagudo, y las villas episcopales y sus territorios de Osma, Segovia, Ávila, Sigüenza y Plasencia”.

  En 1230 Alfonso IX de León conquista la “Taifa de Badajoz”, que comprendía los concejos hoy conocidos de Badajoz, Cáceres, Ciudad Rodrigo, Galisteo, Granadilla, Jerez de los Caballeros, Montemayor y Salvatierra de Tormes. De estas poblaciones algunas no existían o se llamaban de otra manera. A partir de 1286 Alfonso VIII recobra Plasencia para asegurar el macizo central de Gredos, y el Valle del Jerte. Los reinos de León y Castilla acuerdan que la delimitación de ambos reinos, tocante a Extremadura, sería la “Vía de la Plata”, de norte a sur: nace así la “Extremadura castellana”.

  En cuanto a Badajoz, Estrabón dice que estaba en tierra de los célticos. Ttolomeo, Plinio y el Anónimo de Ravena la sitúan en Lusitania. El historiador Gaspar Barreyros la identifica con Pax Augusta, y los árabes la llamaron Baxangus. Pero es cierto que estaba en Lusitania: en la Muela ya hubo un poblado visigodo.

Provincia de Extremadura

  Desde año 1326 se venera a la Virgen de Guadalupe.

  En las Cortes de Toro, 1371, se dice Extremadura a una región administrativa, y desde 1390, Cortes de Segovia, es “Provincia Extremeña”. Al unirse Castilla y León se unifican todas las “Extremaduras”, la leonesa y la castellana. En el transcurso de los siglos XV-XVI, del concepto de “Las Extremaduras”, leonesa y castellana, quedó el nombre actual de “Extremadura”, que no se aplica en lo administrativo: en 1528 Truxillo, era la capital de la Lusitania.

Referencias en siglo XVIII

  En 1766 Tomás López de Vargas Machuca, geógrafo de Carlos III, hace un mapa de España: el territorio Lusitano aparece divido en “Provincia de León”, ambigua  provincia Badajoz. La provincia de Cáceres no existía: sus tierras, de extensión similar a la actual provincia, se dividían entre los obispados de Coria y Plasencia. Pero no la dice Extremadura. Las tierras que quedaban de Lusitania se repartían entre Badajoz, Cáceres, Salamanca, Córdoba, Huelva, Toledo y Sevilla.

Ocupación francesa

  En 1810 el francés Poirson, geógrafo de Napoleón, hace un mapa de España donde la Lusitania no sale muy bien parada. Dividen la Lusitania entre Cáceres y Mérida.

División territorial del ministro De Burgos: 1833

En 1822 se hace la división entre Badajoz y Cáceres, que en 1833 ratifica el ministro De Burgos. La Lusitania se divide en las dos provincias: Badajoz y Cáceres. Sus principales pobladores son: Vetones: ocupan al norte parte de las actuales provincias de Ávila, Salamanca, Cáceres y Toledo, y Lusitanos o lusones: ocupan el centro y sur de toda la actual tierra extremeña.

  Queda claro que la “Lusitania”, en su mayor parte, está representada por las tierras de Badajoz y Cáceres.

  Podemos argumentar que los lusitanos son los portugueses. Pues no.

  Portugal es la parte occidental de la Península, es decir, su extremo. Fue conquistada por Alfonso I de Portugal, ayudado por Sempavor y Enrique de Borgoña; éste recibió el condado portucalense, con el título de “Conde de Portus Cale”. Luego conquistó hasta Faro por el sur. De aquí viene el nombre de Portugal, y que sus habitantes se llamen portugueses.

  Algunas tierras adaptan su nombre a lo largo de la historia. Veamos algunos ejemplos de cómo era la división territorial de España al empezar la democracia:

-Galicia no cambia su nombre: Gallaecia. Única que no lo modifica.

-Andalucía cambia poco el nombre: Vandalucía, se queda en Andalucía.

  Pero hay varios cambios:

-Cataluña toma el referido al “Dux Catalanensis”, Ramón Berenguer en 1117.

-Castilla la Vieja se llama Castilla y León. León desaparece, Castilla la Nueva se llama Castilla-La Mancha.

-Logroño se llama ”La Rioja”. Santander se llama “Cantabria. Vascongadas se llama Euskadi.

  Algunas Comunidades se dicen ”históricas”. Las únicas históricas son las que establecieron los romanos, como  Lusitania.

  Y aquí llego al fondo de mi charla: ¿cómo debe ser nombrada esta tierra?

  Traigo aquí la frase del, para mí, más famoso lusitano de la historia hasta hoy: don Hernando Cortés, en la ciudad de Tenochtitlan en enero de 1520 al dirigirse a los 300 de la fama: “a algo nos hemos de poner por Dios”. Y se pusieron. Conquistaron toda América de Norte: la Nueva España.

  La frase “divide y vencerás” se aplicó a esta tierra: Cáceres mirando al norte, y Badajoz mirando al Sur. Unidas por una carreterilla del año 1920. Del tren mejor no hablar. El tren de Madrid-Sevilla llega en 1858. Pues con nuestras provincias limítrofes, Ciudad Real y Córdoba, sólo tuvimos un retraso de ocho años, con tecnología a base de fuerza humana y animal.  En 1992 se hizo el Ave Madrid-Sevilla. En 2022, 30 años después, el Ave Badajoz-Madrid no se sabe ni por dónde llegará a Madrid.

  En telecomunicaciones no nos fue mejor. Aún 1980 éramos la única tierra de España donde sólo las dos capitales y Mérida estaban automatizadas.

  Somos la última región española en casi todos los índices de desarrollo: económicos y sociales.

  La situación religiosa es igualmente triste. Desde la invasión árabe hasta 1994 Lusitania depende de Santiago de Compostela. El 28 de julio de 1994 el papa Juan Pablo II resucita el arzobispado de la Lusitania: crea la provincia eclesiástica de Mérida-Badajoz, que comprende las diócesis de Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres y Plasencia. Pero 28 localidades extremeñas quedaron adscritas, en lo religioso, a la provincia eclesiástica de Toledo.

  “A algo nos hemos de poner”.

  Hace varios días, en un foro del “Diario Hoy”, nuestro presidente, Fernández-Vara, dijo:

“Hay que cambiar lo que sea necesario para adaptarnos al mundo en que vivimos”.

  Esta tierra no es “Extrema”. Lusitania ocupa el centro oeste de la Península ibérica. Si vamos en automóvil a Madrid por la vía Dalmatia, hoy autovía del suroeste, o en tren, pasamos por Oropesa. Los romanos la llamaron “Comedium orbis”: determinaron de forma bastante acertada, que era el centro geográfico de Hispania, es decir, de Iberia. Esta tierra no es “dura”. Es apacible, rica en abundancia, de gentes amables y laboriosas. Estrabón la llamó “verdadera Mesopotamia”. Es la verdadera ”tierra de promisión”, donde mana leche y miel. Les voy a dar un dato:

-según el Catastro de Ensenada, siglo XVIII, la Lusitania tenía 287.639 pies. Era con mucho la mayor productora de miel de España. Recordar que entonces el azúcar no se conocía.

-de la leche basta con tener en cuenta las miles y miles de cabezas de ovejas y vacas que viven en esta tierra; y las miles y miles que pasan en ella el invierno desde los más remotos tiempos.

  Al “divide y vencerás“ aplicado sobre Lusitania desde el final de la Reconquista, se debe sobreponer su réplica: “la unión hace la fuerza”.

-La “eurociudad”, bien llamada, pues casi toda su población es lusitana.

-Los ejemplos como Don Benito-Villanueva intentando crear la 3ª ciudad Lusitana, deben extenderse.

-En octubre de 2022 se cambia la bandera de Badajoz, capital. No pasó nada.

  ¿Cuántas ideas más se podrían aplicar?