OLIVENZA IT’S NOT PORTUGAL (Olivenza no es
Portugal)
¿Qué dice la historia? Vamos a ceñirnos, en lo
posible, a las tierras situadas al sur del Sistema Central (Guadarrama, Gredos,
Sierra de la Estrella, etc.).
Prehistoria- ¿Cuándo aparecen los seres humanos en nuestra
tierra? A ciencia cierta no se sabe. Los asentamientos en Iberia se datan en
cientos de miles de años.
-De los periodos “Achelense” y “Musteriense” abundan
los restos. Pero es el Paleolítico inferior el que aporta los restos humanos
más antiguos de esta tierra. Luego de vivir al sur del macizo central miles de
años, los de Atapuerca pasan al norte por varios sitios.
-Los restos en cuevas y grutas, caso de Maltravieso,
Conejar y Santa Ana, en Cáceres, indican que pudieron habitarse por “neandertales”,
luego por el “Homo Sapiens”, con pinturas rupestres de 66.700 años aC, primeras
halladas en el suroeste peninsular, así como restos humanos y de cerámica.
-Del Paleolítico superior se acepta que son los
humanos actuales, llegados hace unos 50.000 años. Del Neolítico nos legan
grandes monumentos megalíticos, como el dolmen del Lácara. Y restos de
verdaderos poblados, como Huerta Montero, Almendralejo, 4600 aC.
-Del Neolítico final existen varios asentamientos de
unos 3.500 años aC.
Estas
tierras no eran ni Portugal ni Castilla, entonces no eran “estados”, sino más
bien terreno ocupado por diversas tribus, muy entroncadas entre ellas, que
respetaban los límites de cada una. No sabemos cómo las nombraban, pero veamos
su formación:
Etapa
Prerromana. Las tierras
estaban habitadas, básicamente, por:
-Vetones: Ocupaban la provincia de Cáceres, Ávila y
parte de Salamanca, Toledo y Badajoz. Con Ulaca (Gredos), como la “Oppida caput
vetonia”, y Mérida como “Oppida” importante. Por el oeste llegaban a tierras al
norte de la Sierra de la Estrella.
-Lusitanos.- Población arquetípica de las extensas
tierras al sur del río Tajo, y hasta parte de Sierra Morena: ocupaban gran
parte de la actual Extremadura. Su capital era Arse, o Arseaga, hoy Azuaga
(Badajoz). Ciudad mítica y legendaria equidistaba de Llerena y Fuenteovejuna.
Los historiadores Plinio y Tholomeo la citan por su poder y suntuosidad.
Asdrúbal, general cartaginés, la cercó, más se retiró ante la férrea defensa de
los arsanos. A ella llegaban hombres y animales de todas partes de Hiberia, con
productos que cambiaban o vendían en su próspero comercio. Por el este llegaba
hasta la actual Fuenteovejuna (antes Mellaria, luego Fuenteabejuna) Por el
oeste llegaban hasta las tierras al sur de la Sierra de la Estrella.
-En el sur, lindando con la depresión bética estaban
los célticos, pocos y sin influencia.
Vetones y
Lusitanos estaban muy entroncados, con delimitaciones territoriales difusas. La
unión entre ambos pueblos era fuerte, con uso común de los nombres, caso
de Reburus, vetón y Viriato, lusitano.
Estos
pueblos conviven con tartesos, que ocuparon cierta extensión de esta tierra,
dejando hermosos palacios o templos, “Cancho Roano” y “Turuñuelo”, que asombran
por su esplendor. Habrá muchos más por descubrir. Conviven más al este con
oretanos, que poblaban las tierras de Toledo, y con carpetanos de Córdoba y el
Guadalquivir. Fenicios, griegos y cartagineses recorrieron sus tierras.
En tiempos
fenicios, las tierras de vetones y lusitanos se comunicaban bien con el resto
de Iberia:
-Ruta del oeste.- Salía desde Olissipo (Lisboa),
llegaba hasta Emérita, y continuaba por la actual Santa Amalia, hasta Siruela,
desde donde subía hacia Guadalupe y cruzaba el puerto de “Rebatacapas”,
saliendo a Puente del Arzobispo (Toledo).
-Ruta del sur.- Venía de Gadir (Cádiz), pasaba por
Híspalis y por la poderosa ciudad "Vultimaco" (hoy Fuente de Cantos),
Segeda hasta Mérida, continuaba por Cáceres y llegaba a los castros al norte de
Gredos, Salmántica, Arbocala, etc.
-Ruta de los santuarios.- Venía de Corduba hasta
Arse (Azuaga), torcía hacia Zalamea de la Serena, pasaba por los santuarios de
“Cancho Roano”, “El Turuñuelo”, llegaba a Metellenium, y seguía hasta encontrar
la “ruta del oeste”.
Rutas que
conocían bien los fenicios, que sigue el cartaginés Aníbal cuando arrasa los
poblados de Ávila, Salamanca, Valladolid, etc., al marchar sobre Roma el 221
aC.
Según
Heródoto, los foceos son los griegos que primero llegan a Iberia: la llamaron
“Iberiké”.
Cartagineses:
Contra ellos los pueblos de Hiberia entablan terribles batallas. Ello, como ya
hemos visto, conduce a la destrucción de grandes y bonitas ciudades, castros y
poblados, pero no trastoca la división territorial que dichos pueblos tenían
desde tiempo inmemorial.
Etapa
romana: Empieza la que
puede decirse “historia de Iberia conocida”. Con documentación y recuerdos que
permiten descubrir nuestros ancestros más o menos cercanos. O sea, ya nos
podemos dedicar un poco más a nuestros vetones y lusitanos, a los que el tiempo,
como iremos viendo, condicionó y mucho su devenir histórico.
La invasión
romana se produjo en la Hiberia igual que la anterior: a costa de barbarie,
sangre y destrucción por parte de los invasores en lucha contra sus pobladores.
Marco Fulvio
Nobilior ocupó Toledo en el 192 aC. En el 147 aC, Viriato, con vetones y
lusitanos derrotó al Pretor romano Cayo Plauto en un lugar del río Tiétar,
ubicado entre las poblaciones de Candeleda (Ávila), y Navalcán (Toledo). El año
139 aC Viriato fue asesinado.
-El historiador Tito Livio, en su enciclopedia del
mundo romano, dijo de Hispania:
“aunque fue la primera
provincia importante invadida, fue la última en ser dominada totalmente”.
-Cita la “Lusitaniae Celtiberiae” como “montibus
pecora”, o sea, muy rica en ganado.
El geógrafo
griego Estrabón, amigo de Octavio Cesar Augusto, decía:
“las
tierras entre los ríos “Tago” (Tajo) y “Ana” (Guadiana), eran en la antigüedad
una verdadera Mesopotamia, por la belleza de los objetos de adorno y cerámica
que en la misma se encontraban, y por su dulce clima y su tierra productiva”.
Yo admiro y
respeto a Estrabón, porque dice la verdad, pero hago dos reflexiones:
a)-Estrabón nunca estuvo en Iberia y, por tanto, en
Lusitania ¿Quién le contó tales noticias? Es lícito presumir que el mismo
Octavio Cesar Augusto, o sus generales, le informaron de tan ricas tierras.
b)-Estrabón tuvo dudas sobre el verdadero
asentamiento del Paraíso Terrenal. Yo no: estaba entre dos ríos, el Tago y el
Ana (Tajo y Guadiana).
La cita de
Estrabón se conoce en España después de 1787.
La
romanización se basa en dos ejes esenciales de desarrollo:
1º)-Establece una singular
división administrativa territorial, creando la “Provincia”, que se divide en
diócesis y conventus. No está claro cuál fue primera si la diócesis o el
conventus, o ambas nacen a la vez. La diócesis era una unidad territorial más
amplia que el conventus, pero éste se adaptaba a la situación étnica
prerromana.
La “Provincia”
contenía el concepto jurídico de “conjunto
de atribuciones otorgadas a un magistrado para ejercer con imperium en el
ámbito de su jurisdicción”.
De esta
división administrativa del territorio resultaría la “Provincia Lusitana”. En
la partición del año 27 aC se decían lusitanos hasta el sur de la actual
Galicia. Entre los años 16 y 7 aC, se dice que son galaicos hasta el Duero. Sus
límites territoriales, con ciertas lagunas y modificaciones, serían:
Por el
Oeste, desde la desembocadura de Duero; bajaba por la costa del ”mare
tenebrosum”, Atlántico, hasta el “Sacrum Promontorium”, hoy Cabo de San
Vicente, bordeaba la costa por el Sur llegaba hasta la desembocadura del río
Ana, Guadiana; subía aguas arriba del mismo por su margen derecha; por el Sur
seguía una línea que arrancando del río Ana continuaba dirección Este,
incluyendo los términos municipales actuales de las localidades de Fregenal de
la Sierra, Fuente de Cantos, Llerena, Fuenteovejuna, desde donde torcía al
norte hasta encontrar el rio Ana, Guadiana. Desde Puebla de Alcocer, por
Valdecaballeros, llegaba a Maqueda (Toledo), seguía al norte incluyendo las
tierras de Ávila, desde donde, en línea recta, incluyendo tierras de Salamanca,
llegaba a la localidad de Fermoselle, Zamora, a encontrar otra vez el Duero,
siguiendo su curso hasta el Atlántico.
Los límites
son imprecisos. Los del Sur-Sureste se prefijan en razón de que en las zonas
citadas existen grandes necrópolis que no son de la “Bética”. Los límites los
cuentan Plinio y Estrabón en función de lo que a ellos les contaban. Y que
durante algún tiempo, Lusitania incluía Galicia y Asturias.
El emperador
Augusto, dividió Lusitana en tres conventos jurídicos:
-Escalabitano.- Capital Escalabis (Santarem). Actual
Portugal entre el Duero y el Tajo
-Pacense.- Capital Pax Iulia, Beja (no seguro).
Actual Portugal entre el Tajo y la costa de Faro.
-Emeritense.- Emérita Augusta (Mérida). Capital de
la Provincia Lusitana. Comprendía poblaciones tan importantes como Metellinum
(Medellín), Norba Caesarina (Cáceres), Turgallium (Trujillo), Cauro (Coria),
Caesarobriga (Talavera de la Reina), Salmántica (Salamanca), Caliabria (Ciudad
Rodrigo), Abula (Ávila), y muchas otras de menor importancia. Queda claro que
los asentamientos de vetones y lusitanos, estaban dentro del convento
Emeritense, “Colonia Augusta Emérita”. Emérita Augusta era el gran foco romano
del oeste. Híspalis, luego Sevilla, fue otro centro del poder romano. Muchos
autores piensan que en este nombre está el origen de "España".
Emérita
Augusta cobra esplendor con Roma. Para Ávila, algunos historiadores mantienen
que fue fundada por los romanos, quienes la darían el nombre de “Abila”,
“Obila”, “Abyla” o “Abela”. Tuvo su mayor esplendor en los siglos I-II, con
gran riqueza ganadera, practicando la trashumancia. A las tierras del suroeste
bajaban pasando el sistema central por los puertos El Pico, Cordel de Candeleda
y Tornavacas.
Son los
romanos, pues, los que otorgan el primer nombre conocido a nuestras tierras: “Lusitania”, de acuerdo con los pueblos
que entonces la poblaban.
Como
ejemplo, decir que la Colonia Emérita Augusta, o sea, el término municipal de
Mérida, llegaba hasta Valdecaballeros. En este punto, una lápida existente
indica que limitaba con otra gran colonia, la "Colonia Claritas Iulia
Ucubitanorum", Ucubi, la actual villa de Espejo (Córdoba). Valdecaballeros
dista en línea recta unos 107 kms. de Mérida y 183 de Espejo. Los recaudadores
de impuestos y administradores recorrían estas distancias para rendir cuentas a
la administración central del imperio romano.
2º)- Dota de amplia y moderna red de comunicaciones.
La división
administrativa conlleva la unión del territorio por una red de vías de
comunicación a ciudades y poblados, que permiten el rápido desplazamiento de
personas y mercancías. Las legiones romanas y la gran urbe de Roma, necesitan
alimentos, y a ellos se dirigirá, pues, la producción de las fértiles tierras
del territorio que dicen Lusitania. Cito las rutas esenciales:
-Vía Dalmatia:
Alio Itinere ab Emeritam Caesar Augusta-CCCXLVIII. M.P. (348 milia pasum o
miliardos). Es la antigua ruta del
oeste. Venía de Escalabis (Lisboa y Setúbal), hasta Mérida, llegaba a Toledo,
donde entroncaba con otras poderosas rutas.
-Vía
lata ó palata, luego "vía de la plata". DLI.M.P (551 miliardos).
Es la ruta del sur. Subía desde Gadir (Cádiz), pasaba Híspalis, entroncaba en
Segeda con la ruta que subía desde Córdoba. Seguía hasta Emérita Augusta, donde
enlazaba con la "vía Dalmatia". Gran parte de la "Vía
Palata" la formaba el "Iter ab Emeritam Caesar Augustam DLI", es
decir, el camino de Mérida a Zaragoza. Pasaba por Salmántica (Salamanca), y
Arbocala (Zamora), donde se bifurcaba. Un ramal salía hacia Zaragoza. y otro
llegaba a "Sublantia" y "Floris", luego Legio Séptima
Gémina (León), hasta las “Médulas”, minas de las que tomó el nombre.
-Ruta
de los santuarios.
Desde "Túrdula", después "Corteba", luego Corduba, y hoy
Córdoba, salía la vía que pasaba por Espiel, en cuyo término estaba la famosa
fortaleza conocida como "Mano de Hierro". Seguía por Bélmez, pasaba
por la famosa "Mellaria", hoy Fuenteovejuna, una de las poblaciones
más antiguas de Hiberia, famosa ya en la antigüedad por su gran producción de
miel. Fue arrasada por los árabes. Llegaba a Arsa, o Arse, hoy Azuaga, donde se
bifurcaba: una ruta seguía para Llerena, la "Regina Turdulorum" romana,
y llegaba hasta Segeda (Zafra), famosa por sus grandes fiestas y ferias ya en
la antigüedad. Otra seguía hacia el norte, por Zalamea de la Serena, Metellinum
y Siruela, cruzaba la sierra por Guadalupe, y seguía por Puente del Arzobispo
hasta hallar la Vía Dalmatia en Oropesa.
Los romanos
destruyeron Arsa, mas a su alrededor crearon una gran red de colonias, caso de Regina
(Reina), Regiana (Casas de Reina), etc. Los árabes la llamarían
"Arseaga", nombre que, como en tantas otras ciudades iberas ha ocurrido,
se fue alterando hasta quedar en el actual de Azuaga. Pero es fácil oír a sus
habitantes la palabra "Arsuaga", rememoración de la antigua
"Arsa" o “Arse”. De aquí era Viriato, el guerrero lusitano que se
enfrentó a los invasores de turno.
-Vía
Guinea. Partía de
"Bracara Augusta" y "Conimbriga", Braga y Coimbra
(Portugal); pasaba el Tajo por Alcántara (Cáceres) y enlazaba en Cáceres con la
"Vía Palata". El bello puente de Alcántara se levantó el año 106 por
el arquitecto romano Caius Iulius Lacer en honor del emperador Trajano.
Los romanos
crearon muy pocas rutas nuevas. Pero las existentes fueron preparadas con una
técnica ejemplar, las calzadas, dotadas de firme de piedra labrada, con grandes
puentes para atravesar los ríos, caso de Alcántara, Toledo, y de “Alcántara”,
Cáceres. A ellos unir el largo puente de Mérida. Es decir, una densa red de
comunicaciones, necesaria para el proceso migratorio que trajo la dominación
romana.
Etapa
visigoda. Los godos
mantienen la estructura romana. Nacen los “comes civitatis”, condes. Por encima
de ellos estaban los “duces Proviciaex”. El potente núcleo de Mérida seguirá
con su poder. No cambian el nombre. Seguía siendo ”Lusitania”, mas aumentan su
extensión incorporando la actual provincia Huelva, con la población llamada
“Pax Iulia”.
En Emérita
Augusta estaba el fabuloso monasterio de “Cauliana”, posiblemente la primera
universidad europea; a él los godos poderosos enviaban a estudiar a sus hijos,
en régimen de internado. De él salieron personas ya con el título de “don”,
caso del “comes” Don Julián, el obispo Don Oppas, y el rey Don Rodrigo.
El rey
Rodrigo se enfrenta a los musulmanes en el río wadi Lakka, Guadalete, donde se
produce la traición del Obispo Oppas, hermano de Vitiza, y el abandono de sus
tropas. Unos dicen que Rodrigo muere en la batalla, otros dicen que murió en la
batalla de “Segoyuela”, Salamanca. Pero está confirmado que se refugió en
Mérida después de la misma, en el monasterio de Cauliana, huyendo a Portugal en
unión de un monje de nombre Romano al llegar los árabes, llevándose la imagen
de la Virgen de Nazaret de dicho monasterio; murió años después en Vizeu, Viseo
(Portugal).
Días antes
de ser cercada la ciudad por los árabes, algunos habitantes huyeron bajando por
el río Ana en barcas, pasando por el incipiente poblado ibero-godo de Badajoz,
llegaron a las costas atlánticas y subieron a Galicia. Entre ellos muchos
clérigos y monjas. Se cree posible que las reliquias del apóstol Santiago
procedan de Mérida, y que sean las mismas que se veneraban en el “Monasterio de Santa María Princesa de las
Vírgenes”, pues en el lugar de Galicia al que llegaron se levantó una
iglesia de igual título, y venerando las mismas reliquias.
Periodo árabe. En el verano de 712 Mérida, que había recogido los restos
del ejército del rey Rodrigo, incluso al mismo rey, ofrece heroica defensa que
dura un año. El 30 de junio de 713 claudicó. Fue una de las pocas ciudades
cristianas que resistió.
Lusitania se
convierte en la “Cora Aftasí” con capital en Mérida, una de las coras más
extensas y ricas. En el año 1031 nace el ”Reino Taifa de Badajoz”,
independiente de Córdoba, al igual que la taifa de Murcia, del célebre “rey
Lobo”; ambos son los únicos independientes de Córdoba. El reino aftasí en
cierto modo mantuvo los contornos territoriales de “Lusitania”.
Los árabes
no cambian los nombres existentes. Por el ejemplo al rio Tajo le llamaron “wadi
Tago”; al Guadiana “wadi Ana”. El Tajo no cambió de nombre. ¿Porqué el río Ana
si?. Wadi es un prefijo que significa “río”.
Hasta
mediado el siglo X el territorio árabe de Al-Ándalus tuvo tres provincias
eclesiásticas cristianas: Toledo, Bética y Lusitania, que contenían otros 18
obispados. Lusitana, con Mérida como Sede, se extendía hasta Coímbra y Lisboa,
por el oeste; sus obispos eran aprobados por los árabes de Córdoba. En el siglo
X Salamanca y Coria, reconquistadas por los cristianos ya no pertenecían a
Mérida.
Según las
crónicas árabes en Mérida quedaron tres iglesias, Santa Jerusalén, Santa
Eulalia intramuros, que pudo ser hospital, y Santa Eulalia extramuros, y el
monasterio de Cauliana. Los conventos se regían por la orden de San Benito, y
tenían que curar, hospedar y socorrer a los árabes necesitados, y a cuantos
llegasen a sus puertas. En el mismo siglo X todas fueron convertidas en
mezquitas.
Por la
persecución religiosa de Abderramán III muchos lusitanos suben a tierras
cristianas. En tiempo de Alfonso VI de Castilla, los mozárabes que quedaron
fueron exterminados por almorávides y almohades, y las iglesias derribadas. A
mediados del siglo XI no había cristianos en la Lusitania.
Reconquista.
En 1079, tras la derrota de
Alfonso VI de Castilla en Sagrajas, Badajoz, la poca importancia política,
militar y religiosa de Mérida pasó a favor de Badajoz.
En 1158 el
tratado entre Fernando II de León y Sancho III de Castilla, origina que
caballeros catalanes con Ermengol VII, conde de Urgel, ocupen Alcántara,
Badajoz y otras poblaciones; pero dejan a su rey Aben Habel de vasallo. Cáceres
se entrega a la “Orden Fratres de Cáceres”, luego “Orden de Santiago”.
En 1165
Fernando II de León se enfrenta al portugués Gerardo Sempavor, que había
ocupado Évora, Trujillo, Cáceres y Montánchez, y quería ocupar Badajoz. El rey
leones con los musulmanes de Badajoz recupera las tierras ocupadas por
Sempavor, y confía su defensa a Ermengol VII, a Fernando Rodríguez de Castro,
el “Castellano”, y al arzobispo de Compostela. Ermengol y Rodríguez de Castro son
recompensados con varios territorios y ciudades lusitanas, no eran portuguesas
(Portugal no existía).
Al arzobispo
compostelano le recompensó evitando que las Sedes y el clero portugués
dependieran de Braga (Portugal), o Toledo (Castilla). El arzobispo quería
Mérida: Fernando II de León se la donó antes de conquistarla.
Con Alfonso
VII de Castilla, el obispo de Compostela Diego Gelmírez logró que Roma
restaurase el arzobispado de Mérida y su traslado a Santiago de Compostela.
Gelmírez fue nombrado “Arzobispo
Compostelano y Vicario Apostólico para las Provincias (eclesiásticas) de Mérida
y Braga”.
Días después
el papa Calixto II nombra a Jerónimo de Perigor obispo de Salamanca, (es el
Jeromo del Cantar de Mío Cid), y a Gonzalo como obispo de Coímbra. No
dependerán del arzobispado de Toledo, sino de Compostela. Éste arzobispado se
posesionó muchos años de la parte de la Provincia Lusitana liberada de los
árabes, hasta que el Papa decretó que las diócesis de Lamego y Guarda fueran
para el arzobispado de Compostela, y las de Coímbra y Viseo para al arzobispado
de Braga, que será Sede Primada de Portugal al separarse de Castilla.
Se cumplía
la promesa de Alfonso VII de Castilla: el Arzobispado Metropolitano de
Lusitania, “Emérita Augusta”, se donó a Santiago de Compostela. Su inmenso
valor nunca será ponderado. El arzobispo de Toledo se opuso con vigor a
restaurar la Sede de Mérida.
Cuento estos
tejemanejes como muestra del peso político-religioso que tuvo el arzobispado de
Mérida durante el poder visigodo, y el respeto que le tenían los demás
arzobispados.
Entre
1174-1196 los almohades ocupan toda Lusitania. León y Castilla pierden sus
conquistas.
Les digo lo
que pasó con el obispado vetón de Ávila, sufragáneo de Mérida. No hay datos,
pues en el 714 Tarik, o Muza, arrasaron la ciudad. Se convirtió así en objeto
de deseo de cristianos y moros por su estratégica situación. En el 785 estaba
bajo dominio árabe, pues Abderramán I la visitó. Alfonso III de León la
recupera, y Almanzor la ocupa en el siglo X. En el 1007 el general árabe
Abdelmetic Almudafar derribó casas y murallas hasta los cimientos. Con Fernando
I de León la ciudad estaba en ruinas. Según los cronistas, en 1092 se inicia la
reconstrucción de Ávila, el templo del Salvador y sus murallas. En 1120, Ávila
y Mérida eran sufragáneas de Santiago de Compostela.
Durante la Reconquista,
los reinos de Portugal, León y Castilla se disputan las tierras lusitanas.
Portugal cede su parte al “Conde de Portus Cale”.
Alfonso III
el “Magno”, de León, se apoderó de la ciudad de Viseu, Portugal, y halló la
tumba de Don Rodrigo, con la sencilla inscripción: “Hic requiescit Rudericus rex gothorum”.
Hasta aquí
Portugal no existía. En el siglo IX el rey Alfonso II de Asturias, empieza a
nombrar “Provincia Portucalense” a un territorio al norte del río Duero, o sea,
era del reino de Asturias hasta 1139 en que Alfonso I de Portugal es proclamado
rey.
Nacen
las “Extremaduras”. ¿Qué
era la “Extremadura”? Podíamos decir que la “Dura frontera”, o la “Frontera
extrema”, nada parecida a la Comunidad Autonómica que hoy decimos Extremadura.
La palabra Extremadura deriva del latín “Extrema Dorii”, “en el otro extremo
del Duero”, o “Extremos del río Duero”.
La castellana. Era la frontera de los reinos cristianos del norte,
caso de Castilla y León con al-Ándalus: tierras en torno al Duero por el sur: Soria,
norte de Segovia, Rioja, etc., que se configuran como la “Extremadura”.
La leonesa. El reino de León llega hasta Cáceres, y luego hasta
Badajoz y Mérida. Para distinguirla de la “Extremadura castellana” se dice
“Extremadura leonesa” desde 1202, Cortes de Benavente. El reino leones se
dividió en 4 regiones: León, Galicia, Asturias y la Extremadura leonesa.
Desaparece la Lusitania.
“Frontera extremeña” o “Frontera extrema dura”. Tierras al sur del Sistema Central. La conquista de
Toledo trae la reconquista de la “Extremadura”. Se llamaba así a una zona
amplia subdividía en tres partes:
-a) Oriental o verdadera.- Tierras del Duero,
Atienza, Sigüenza, Medinaceli, Berlanga, Almazán y Soria. Repobladas entre los
siglos XI y XII. De aquí el certero dicho histórico que Soria lleva en su
escudo: “Soria pura, cabeza de Extremadura”, nombre que no tiene nada que ver
con la actual Comunidad Extremeña.
-b) Occidental.- Salamanca, Alba de Tormes, Ledesma,
Ciudad Rodrigo. Repoblada.
-c) Castellana.- Ávila, Segovia, Sepúlveda, Cuellar,
Iscar, Olmedo y Medina del Campo, en plena repoblación.
Al morir
Vermudo III de León sin descendencia, 1037, sus derechos pasan a su hermana
Sancha, mujer de Fernando I de Castilla, y se produce la primera unión de los
reinos de León y de Castilla.
La
Extremadura castellana estaba casi despoblada: era refugio de campesinos que
huían del yugo feudal, aventureros y delincuentes. Para ganar población, a
ciudades y villas se les daban fueros, cartas de libertad y base jurídica para
su autonomía.
Pero era
reserva de pastos para la potente ganadería del norte, y zona que los reyes
castellano-leoneses querían organizar militarmente para presionar a las taifas
de Toledo y Badajoz. Ganaderos y agricultores tenían mayor libertad jurídica
que al norte del Duero, pero con dependencia señorial:
-por un lado los concejos cogen gran poder.
-por otro la Iglesia forma sus dominios a expensas
de la pequeña propiedad.
Ello origina
la gran propiedad en manos de fuertes sectores concejiles y de la Iglesia.
La caída de
Toledo, 25 de mayo de 1085, primera gran ciudad árabe reconquistada, hace que
la zona pase a manos cristianas.
Desde 1086,
el valor estratégico de la “Extremadura real”, o sea, las tierras al norte del
Sistema Central, aumenta en gran manera, al pedir la monarquía a los concejos
que hagan frente a la invasión almorávide. Se harán las razias de las milicias
concejiles para lograr alto botín. A ello se suma la riqueza ganadera, ovina
sobre todo, de los caballeros villanos a partir de los siglos XII-XIII.
La
repoblación de las tierras entre el Sistema Central y el Tajo fue rápida. A
partir de 1186 Alfonso VIII ocupa Plasencia y asegura Gredos y el valle del
Jerte, tierra a la que llamó “Extremadura de Castilla”, cuyo territorio
comprendía: “Desde el río Ebro hasta el Sistema Central, con 40 comunidades de
Villa y Tierra; las vicarias de Serón y Monteagudo, y las villas episcopales y
sus territorios de Osma, Segovia, Ávila, Sigüenza y Plasencia”.
En 1230
Alfonso IX de León conquista la “Taifa de Badajoz”, que comprendía los concejos
hoy conocidos como Badajoz (incluida Olivenza), Cáceres, Ciudad Rodrigo,
Galisteo, Granadilla, Jerez de los Caballeros, Montemayor y Salvatierra de
Tormes. Algunas de estas poblaciones entonces no existían o se llamaban de otra
manera.
A partir de
1286 Alfonso VIII recobra Plasencia para asegurar el macizo central de Gredos,
y el Valle del Jerte. Los reinos de León y Castilla acuerdan que la
delimitación de ambos reinos, tocante a Extremadura, sería la “Vía de la
Plata”, de norte a sur: nace así la “Extremadura castellana”.
Hay duda
sobre la ubicación de Badajoz: Estrabón dice que estaba en la tierra de los
célticos. Ttolomeo, Plinio y el Anónimo de Ravena la colocan en Lusitania. El
historiador Gaspar Barreyros la identifica con Pax Augusta, y que los árabes la
llamaron Baxangus. Pero es cierto que estaba en Lusitania: en el cerro de “La
Muela” ya hubo un poblado visigodo, más o menos importante.
Provincia de Extremadura
Desde 1326
se venera a la Virgen de Guadalupe.
En las
Cortes de Toro, 1371, se dice Extremadura a una región administrativa, y desde
1390, Cortes de Segovia, es “Provincia Extremeña”. Al unirse Castilla y León se
unifican todas las “Extremaduras”, la leonesa y la castellana. En el transcurso
de los siglos XV-XVI el concepto de “Las Extremaduras”, la leonesa y la
castellana, toman el nombre actual de “Extremadura”. Mas en lo administrativo
no se aplicó en sentido estricto: en 1528
Truxillo, era la única capital del territorio de la Lusitania.
Referencias en siglo XVIII
En 1766
Tomás López de Vargas Machuca, geógrafo de Carlos III, hace un mapa de España:
el territorio Lusitano aparece divido en “Provincia de León”, que se
correspondería de forma ambigua con la provincia Badajoz. La actual provincia
de Cáceres no existía. Sus tierras, de extensión poco parecida a la actual
provincia, se dividían entre los obispados de Coria y Plasencia. Pero no la
dice Extremadura. El reino de Toledo, regido por la Iglesia, llegaba hasta
cerca de Trujillo.
En 1787 las
tierras que quedaban de Lusitania estaban repartidas entre Badajoz, Cáceres,
Salamanca, Córdoba, Huelva, Toledo y Sevilla.
Ocupación francesa.-
En 1810 el
francés Poirson, geógrafo de Napoleón, hace un mapa de España donde la
Lusitania no sale muy bien parada. Dividen la Lusitania entre Cáceres y Mérida.
División territorial del ministro De Burgos: 1833
En 1822 se hace la división entre Badajoz y Cáceres,
que en 1833 ratifica el ministro De Burgos. La Lusitania se divide en dos
provincias: Badajoz y Cáceres. Sus principales pobladores son:
-Vetones: ocupan al norte parte de las actuales
provincias de Ávila, Salamanca, Cáceres y Toledo.
-Lusitanos o lusones: ocupan el centro y sur de toda
la actual tierra extremeña. Era el pueblo dominante en la Lusitania y una parte
de Portugal.
A través de
mi exposición dejo claro que “Lusitania”, en su mayor parte, está representada
por tierras de Badajoz y Cáceres.
Ustedes me
pueden argumentar que los lusitanos son los portugueses. Pues no.
Portugal es
la parte occidental de la Península, es decir, su extremo. Fue conquistada por
Alfonso I de Portugal, ayudado por Sempavor y Enrique de Borgoña, que recibió
el “Condado portucalense”, con el título de “Conde de Portus Cale”. Luego
conquistó hasta Faro por el sur. De aquí viene el nombre de Portugal, y que sus
habitantes se llamen portugueses.
Y
veamos lo que dicen los portugueses.
Al separarse Portugal del conjunto Ibérico, 13-2-1668,
por el tratado de Lisboa, queda fijada la soberanía portuguesa en los límites con
Badajoz, por el curso del rio Guadiana, de forma que las tierras y poblaciones
en la margen izquierda del mismo, al este, pertenecen a España, pero no bien
delimitado.
Esta
inconsistencia es la que en mayo de 1801 provoca la llamada “Guerra de las
naranjas”, promovida por Godoy, que como pacense conocía bien los tratados con Portugal,
con objeto de recomponer los límites en el curso del Guadiana en Badajoz: se
ocupa parte del territorio portugués a un lado y otro del Guadiana.
Por el tratado
de Lisboa de 29-9-1864 se delimitan las fronteras vigentes entre España y
Portugal desde la desembocadura del Miño hasta la desembocadura del río Caya en
el río Guadiana. La margen izquierda del río Caya será española, y derecha portuguesa,
y se reconocía la soberanía española de Olivenza y otras poblaciones portuguesas.
En el área
entorno a Olivenza desaparece el “coto mixto”, que se integra en España, y se
cede a Portugal los “pueblos promiscuos” y aldeas situadas en la antigua
frontera hispano-portuguesa: Arronches, Castelo de Vida, Barbacena y
Portalegre.
En 1926,
mediante un nuevo tratado, entre otros asuntos se delimita el tramo entre el
río Cuncos hasta su unión con el Guadiana, y el de éste hasta su unión con el
mar. El tramo que afecta a Olivenza no se modifica.
Y hasta aquí
la situación generada a través de la larga historia de convivencia
hispano-portuguesa, y los tratados que, mejor o peor, la han regido.
Portugal nunca aceptó llamarse “Lusitania”.
Portugal se llama “Portugal”. La última prueba evidente es que la bella
localidad de “Monsanto”, casi en la frontera con España, frente a Moraleja
(Cáceres), hace unos años fue nombrada como “La aldea más portuguesa de
Portugal”. Así, como suena. Pues era tan “lusa” como Badajoz.
Pero a partir
de la creación de la Comunidad Europea (CE), y la aprobación del “Espacio
Schengen”, las fronteras entre países europeos quedan difuminadas. Los acuerdos
y desacuerdos pasan a segundo término. Y desde entonces, miles de pacense pasan
a Elvas y a los bellos pueblos portugueses a efectuar sus compras, y degustar
sus fabulosos manjares. Igualmente, miles de portugueses pasan a España, y en Badajoz
encuentran modernas clínicas para tratamientos médicos, grandes comercios donde
hacer sus compras, y muchos sus puestos de trabajo. Hoy los idiomas reinantes,
el “portuñol” en Elvas, y el “espagués” en Badajoz, son vías de diálogo en el
que portugueses y españoles nos entendemos.
Y surge la “eurociudad”, formada por Badajoz,
Elvas y Campo Mayor, bien llamada, pues todo su territorio era lusitano.
Recordar que Campo Mayor fue conquistada por caballeros castellanos de Badajoz,
y agregada a Olivenza, que previamente, junto con Badajoz, fue conquistada por
el rey Alfonso IX de León.
Si en algo he contribuido a aclarar un poco
este trozo de historia común, pues
“muchas gracias” y “muito
obrigado”.