sábado, 30 de abril de 2011

CANDELEDA Y EL PROBLEMA DE SUS COMUNICACIONES
Ramón Lorente De la Luna

  Siempre ha sido considerada Candeleda punto estratégico, pero también los enlaces terrestres con sus vecinos han sido muy deficientes. Digamos que ya los romanos incluían en sus mapas a Candeleda, reseñando el acceso por el ramal del llamado Cordel que desde tiempos muy remotos pasaba por el poblado que fue Greda, y subía por el actual Cordel del Puerto de Candeleda. Pues casi idéntica situación se mantiene hasta ya entrado el siglo XXI.
  Es en 1905 cuando se inaugura la carretera Candeleda-Oropesa; pero hasta los años 1920 no se anuncia la construcción de la actual carretera Candeleda-Arenas de San Pedro, por los pinares, que la uniría con Ávila capital. El “Camino Viejo de Poyales”, también de Arenas, que salía desde la calle Moral, seguía por la del Solar y por la actual calle del Parral, pasando por el “Chorrero”, era la vía de unión con su provincia. “Camino” de herradura que no permitía el tránsito ni de carros ni de carretas. La ruta obligada para estos era el “Camino de las carretas”, que como sabemos empezaba en Ramacastañas, seguía el curso del río Tiétar y salía a las “Planas”, en Candeleda.
  A partir de la inauguración de esta nueva ruta, Candeleda-Arenas, de tierra y piedra machacada hasta hace pocos años, el Camino Viejo de Poyales quedó para servicio de ganados. Luego, en 1932, se construyó la carretera a Candeleda-Madrigal de la Vera. De esta manera Candeleda arregló su histórica unión radial: por un lado con Ávila, por otro con Cáceres, y por otro con Toledo, pero ello de forma muy deficiente.
  Quiero traer aquí el bonito libro “Recuerdos del Valle del Tiétar”, donde se cita con encendida esperanza el “proyecto de ferrocarril Madrid-Candeleda”, con estaciones en las localidades que atravesaría. Este recorrido, de unos 140 kms., uniría “en aquellos años” Candeleda con Madrid en 3 horas y media, y que como sabemos no sólo estuvo proyectado, sino construido en gran parte. Debemos preguntarnos qué hubiese supuesto para Candeleda, contar hoy con un tren de cercanías que uniera la Hermosa Villa con la Villa Capital de España en poco más de una hora.
  La penosa situación de las comunicaciones de Candeleda con su provincia, así desde la noche de los tiempos, ha sido una constante en su ya larga vida. Aún hoy, en los inicios del III milenio, se mantiene en parte la deficiente red de carreteras de entrada y salida a Candeleda. La carretera entre ésta y Ávila por los pinares de Arenas de San Pedro, con bellos paisajes, pero donde al menor descuido se te cruza un pino o una curva en el camino, es realmente absurda; la salida hacia La Vera, es decir, a Madrigal, ha mejorado bastante su trazado. Sin embargo la carretera de Oropesa, primera vía para cuantos entran y salen de Candeleda, sigue con su viejo trazado y sus antiguos puentes, y su lastimoso firme. Vamos, como la hicieron los romanos. Por eso, en los años de 1930 el transporte seguía haciéndose a lomos de caballerías, y en carros o carretas, generalmente, al menos en cuanto a las comunicaciones entre Candeleda-Oropesa, Candeleda-Plasencia y Candeleda-Ávila.
  Hoy día, con la reciente construcción de la carretera “Candeleda-Ramacastañas”, que sigue la ruta del primitivo “Camino de las Carretas”, con un trazado moderno, acorde con los tiempos que corren, no ha hecho nada más que un poco de justicia con la situación de Candeleda en sus comunicaciones con el exterior. Con esta nueva ruta, la distancia Candeleda-Ávila se mejora sustancialmente en tiempos, al no tener que atravesar la antigua carretera Candeleda-Arenas-La Parra. Que si bien es espectacular por su belleza, los conductores no podían tener ni un sólo descuido admirando la naturaleza, por el grandísimo peligro que entrañaba.
  Queda pendiente una ruta que adecentar, la más antigua y primordial de todas: Candeleda-Oropesa. Recordemos que Oropesa, antiguo Estado Independiente de Oropesa, y Candeleda, antiguo Estado Independiente de Miranda, ambos en el Alfoz o Provincia de Ávila, cerraban por el sur el potente y extenso Alfoz de Ávila. Oropesa, a su vez, era la sede del Alcalde Mayor de estos dos Estados. Como sabemos, en 1833 Oropesa y sus villas, y las villas pertenecientes a Candeleda, son segregadas de forma inmisericorde con sus habitantes, y agregadas unas a Toledo, otras a Cáceres. Sólo se respetó la histórica pertenencia de Candeleda al alfoz de Ulaca, mucho después llamado Ávila.
  Ello es absolutamente necesario, pues por esta carretera, los candeledanos tienen acceso a su segunda capital, Talavera de la Reina, primera por sus intercambios socio-económicos. Y por ella, reciben la mayor parte de sus visitantes, que son muchos; y si Dios quiere, en un futuro no muy lejano, podrán acceder a la moderna línea del AVE Madrid-Cáceres-Badajoz-Lisboa.
  Es pues de justicia que los entes Territoriales afectados, léase Castilla y León, Castilla la Mancha y Extremadura, acometan cuanto antes la construcción de esta antiquísima y necesaria ruta, que culminaría la dotación en vías de comunicación que históricamente se ha negado a Candeleda.

domingo, 10 de abril de 2011

¡TRAED MADERA, TRAED MADERA!
Corre’l tren retumbando por los jierros
de la vía. Retiemblan
los recios arcornoques qu’esparraman
al reor del troncón las hojas secas.
Juyen las yuntas cuando’l bicho negro,
silbando, traquetea.
S’esmorona un terrón, y el jumo riñe
con las ramas d’encinas que l’enrean...
(Luís Chamizo-El Miajón de los Castúos)
 Hace ya algunas fechas, un miembro de la firma “Gobierno de España”, refiriéndose al pajarraco, perdón, ave de Badajoz, manifestó que el susodicho ave no utilizaría la energía eléctrica. Como ya se intuía, no era un AVE.
 Traigo aquí al gran vate Luís Chamizo, quien no sólo tenía el excelso don poético, sino que alcanzaba un alto sentido premonitorio. Muestra de ello es su poesía “La Compuerta”, sobre el tren, ¿acaso ya pensaba Chamizo en el futuro AVE?
 Yo empecé a hacer cavilaciones: será que no tenemos suficiente electricidad, deduje, y enseguida me pasó por la mente, como solución, acudir a nuestros buenos vecinos y amigos los portugueses para que nos echaran unos cuantos de cazos de electricidad, y problema resuelto.
 Mas luego pensé: ¡pero si Extremadura es una de las Comunidades de España que más electricidad produce, si no la que más!, ¿cómo puede ser ello? Y otra vez me vinieron a la cabeza los versos del poeta:
Y tamién sus dirá que semos güenos,
que nuestra vida es güena
en la pas d’un viví lleno e trebajos
y el doló d’un viví lleno e miserias:
¡el miajón que llevamos los castúos
por bajo e la corteza!
 Eso és, pensé: somos pobres, pero somos buenos, y nuestra electricidad se la tenemos que regalar a otras Comunidades más pobres que la nuestra. ¿Cuálas?
 Bueno, pues será por el eso de la limpieza del medio ambiente, me traté de infundir. Pero entonces no entiendo eso de la “Refinería” de un producto llamado petróleo. ¿Cómo no refinamos nuestros sobrantes de aceites de diversos tipo para oleos ligeros, y los enormes stokajes de alcoholes producidos por nuestras extensas y buenas plantaciones de viñas, para su utilización en los vehículos de motor que se está imponiendo en todos las naciones avanzadas?. Pues eso, que somos pobres, pero somos buenos, y todos esos productos deben ser enviados a otras Comunidades más pobres que nosotros, ¿cuálas?, para que nos los devuelvan bajo otra etiqueta más adornada.
 ¡Ah!, pues entonces será por el eso del “recalentamiento”, traté de razonar. Y así entendí que sería bueno, muy bueno, rescatar del olvido las viejas locomotoras de carbón, a ser posible las famosas “Quintana”, con ello se podría recuperar una de nuestras mayores industrias y producciones: la leña y el carbón. Y recordar también viejas y añoradas canciones:
Niña si vas al tren
no subas de las primeras,
que dicen los fogonistas:
¡ya tenemos fogonera!
 Así nuestros arrieros y carreteros estarían con sus cargas de leña de nuestras robustas encinas y nuestros frondosos robles a pié de vía, a lo largo de toda la Comunidad Extremeña. En la parte de la provincia de Toledo, los arrieros estarán con cargas de retama, pues allí ya no quedan árboles. Y para llegar hasta Madrid, estación de Delicias, sólo faltaría un pequeño empujón de una carga de retamas de ná.
 El problema es la salida de Madrid-Delicias en dirección a Badajoz. ¿Problema?, ninguno. Para eso están los braceros extremeños que abundan en Madrid, que por pocos euros, y con su fuerza humana, a empujones sacarán el avecillo camino de Extremadura otra vez. Aunque recapacité y volví a pensar: ¿sacarán de Madrid el avecillo a empujones?. ¿O a patadas?. Posiblemente. Mientras a mandíbula batiente se reirán:
Vusotros vais corriendo, mu corriendo
sin queär en los jierros ni la huella,
qu’asina como’l tren vais por la vida,
retumbando y depriesa….
 Y mientras ríen continuarán:
               Porque ya no semos asina, ni semos pardos,
ni del coló de la tierra,
eso sí, semos nietos y tataranietos de los machos
que otros días
triunfaron en América.
 Políticos y personas de las fuerzas vivas que detentáis por voluntad pública el timón de nuestra Extremadura: tenéis poder para exigir que a esta nuestra tierra se la trate con el respeto que merece. Dejad a un lado los colores de partidos políticos, de intereses más o menos mezquinos. Existe un interés general más potente que ninguno: el de todos los ciudadanos. Pensad que en algunas ocasiones es necesario ser un poco menos buenos, y tener algo más de mala leche. Y reclamad nuestro AVE, eléctrico, si no queremos volver a ver a los viejos trenes humeando por nuestras tierras, y los fogoneros del avecillo, subidos en el “ténder”, gritando desaforadamente:
¡trael madera, trael madera!,
¡por la Vigen Santísima,
 trael madera, que’l bichino se para!.