miércoles, 15 de abril de 2015

ENCABRONADO



ENCABRONADO

  Cuentan de un mandatario de un país americano, que asistía a una magna concentración de líderes de países americanos, que en un arrebato de ¿sinceridad?, de ¿reconocimiento propio?, se acusó así mismo de estar “encabronado”. Tamaña aseveración ¿fue fruto de su sinceridad?, o por el contrario ¿se sentía maltratado por el público asistente?.
  Pues a este mandatario le quiero hacer una breve lectura de lo que dice el diccionario de las academias de la lengua hispanoamericana:
Cabro = cabrón = macho de la cabra. Figuradamente y familiarmente, dícese del que consiente el adulterio de su mujer. En Chile, dícese del “rufián”.
  Vamos, que al tal mandatario no le cuadra su apellido, pues no está ni pintón. Qué digo pintón: está verde, muy verde.
  Para su ilustración le dedico una de mis poesías:

Cabreo
Una cabra cabreando
con un cabreo cabreante,
puede cabrear a un cabro,
en cabruna lengua hablando,
por hacerle cabronadas
que de tal forma encabronado,
hasta un cornudo cabrón,
puede salir cabreado.

  Y por favor, que no se moleste nadie, estar "encabronado" hoy en día, es una situación harto frecuente. Todo depende de qué parte de la sensibilidad nos toquen. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario