VUELVE LA BURRA AL TRIGO
Ramón Lorente De la Luna-6-12-15
Se acuerdan
mis buenos lectores de mi, hace años, artículo sobre el AVE extremeño? Pues
aunque resulte pesado se lo vuelvo a recordar, y lo hago en el día de la
Constitución Española, que entre otras cosas dice: “Todos los españoles somos
iguales”.
AVE-LARDO, AVE-JARUCO ó AVE-JORRO: THAT THE QUESTION
¿Mande? Pues
que eso, que that the question. O sea, ¡esta es la cuestión!
Desde hace
años, los distintos poderes públicos vienen tratando de embaucar a los
extremeños con que “ya viene..ya viene”… el AVE. Pero, ¿por dónde viene el ave?
Eso no nos lo dicen, porque no lo saben.
Pero ¿qué es
el Ave? Simplemente: Tren de Alta Velocidad Español. Bueno, pues cuando por las
largas rutas españolas el Ave está más que diseñado, trazado y funcionando
desde hace muchos años, en Extremadura estamos con el “ya viene”.
No crean mis
queridos lectores que esto es nuevo. Debo recordarles que las primitivas y
originales líneas férreas también tardaron lo suyo en llegar a Extremadura,
aunque menos:
En 1861 se
constituye una Compañía para construir el ferrocarril Ciudad Real-Badajoz,
contando con la concesión dada al Sr. Forns, y la disposición oficial otorgada
por Real Orden de 18 de diciembre de 1859. Por Badajoz iría camino de Portugal,
y por Ciudad Real se uniría a las rutas de Madrid Los trabajos empiezan el
mismo año 1861. Aún se recuerda en los archivos existentes el requisito exigido
a las personas que trabajasen en el tendido de esta línea: saber francés y
español. Vaya lujo. También se recuerda la célebre locomotora de aquella época,
“Quintana”, de Quintana de la Serena.
En
22-11-1866 se termina el último tramo, Veredas-Almorchón. La fecha fue señalada
con el viaje que realizaron dos ministros españoles desde Madrid, y tres
ministros portugueses desde Lisboa, para encontrarse en Badajoz, aunque la
fiesta más relevante se realizó los días 10 al 12 de diciembre, en Lisboa, por
el viaje que hizo la reina Isabel II y su esposo.
Después se
acometió la construcción de la línea Almorchón-Bélmez, terminándose el 1 de
abril de 1868, que uniría Badajoz con Córdoba.
Y resulta
curioso que el tramo Badajoz-Frontera con Portugal se inaugura el 20-9-1863. Es
decir: los pacenses podían ir en tren a Lisboa, pero no a Madrid.
Para Cáceres
fue peor, pues hasta 1876 no se empieza la construcción de la línea
Madrid-Cáceres, que empalmaría con Portugal por Valencia de Alcántara. Esta
ruta se inaugura en 1881 con asistencia de los reyes Alfonso XII y Luís I de
Portugal. Aunque Badajoz no se uniría con Cáceres hasta el 12-4-1884, teniendo
así salida también a Madrid por esta vía.
Y así
tuvimos el tren, por fin, en Badajoz. Pues recuerden mis lectoras y lectores la
antigüedad de algunas líneas: En 28-10-1848 se inaugura la primera línea férrea
en España: Barcelona–Mataró. A Córdoba y Sevilla llega sobre 1858.
O sea,
comparándonos con nuestras provincias limítrofes, Ciudad Real y Córdoba,
sufrimos un retraso “sólo” de unos ocho años, con una tecnología casi
inexistente para el movimiento de tierras, todo a base de fuerza humana y
animal.
Con el AVE
llevamos peor camino. Hoy, con unas grandes posibilidades financieras, y con
tecnologías que abruman, ya acumulamos un retraso de muchos años en relación a
la disponibilidad del AVE, “y lo que te rendaré, morena”. Ahora se preguntarán
mis lectores: ¿y qué podemos hacer? Yo no lo se. Pero al parecer esto tiene
demasiados contratiempos, pues hasta el edil de Badajoz, el buen hombre, anda
desazonado con el afloramiento de “intereses“ sobre el lugar dónde poner el
“nido”, digo la estación del AVE. Incluso advierte con llevarla de aquí para
allí, o para acá, si no se mantiene la cordura inversionista: aquello de “padre
que monto”, sin haber comprado el burro.
También se
nos dijo que el año 2010 el AVE vendría a Extremadura. Corto me lo fiaron.
Primero porque era escasamente creíble, por las fuertes inversiones a realizar.
Segundo, porque aún contando con la financiación necesaria, el tiempo de
realización de expedientes administrativos (expropiaciones, desmontes, etc.), y
la obra civil propiamente dicha, necesita mucho más tiempo, como todos sabemos.
Y tercero, porque no había voluntad de hacerlo. Extremadura, parece ser, es
sólo un pobre granero de votos.
De todas
formas, un equívoco de año lo tiene cualquiera.
Pero resulta
que ahora, ya en el año 2011, el ave de Extremadura no se puede construir por
culpa de ¡los portugueses! ¡Jesús, Jesús, qué cosas! ¡Pues anda que los
portugueses, mira que callado se lo tenían!
Pero vamos a
recapitular: ¿por qué la culpa es de los portugueses?
Cuando se
construyó el ave a Sevilla, a Barcelona., a Valencia, a La Coruña, los
portugueses no dijeron ni pío. Y ahora si lo dicen. ¿Desde cuándo Extremadura
es una Comunidad Portuguesa? A mí esto, queridos lectores extremeños, y del
resto de las Españas, y de Portugal, me huele a, como vulgarmente se dice,
¡cargar el muerto a otro!
Pues no.
Este muerto solo tiene un origen: un gobierno sin rumbo y sin destino. Eso sí,
como siempre, ya veis, el muerto se lo cargan a otro, que ni siquiera pasaba
por allí.
Pero claro,
para embaucar a los que quieren y desean ser embaucados, ahora dicen que el
ave, en su versión y diseño original, no es necesario. Que será un AVE-MIXTO, y
utilizaremos las vías ya existentes mejoradas ¡Ah!, bueno. Pero eso no es un
AVE. Y otra vez Extremadura a la cola de los avances técnicos, otra vez a
entrar “en lista de espera”. Porque un AVE-MIXTO puede ser perfectamente uno de
esos extraños aves: el ave-lardo, el ave-jaruco ó el ave-jorro. Y vamos a
explicar qué es cada una de estas “aves”.
*ave-lardo. Este pudiera ser uno de los aves mixtos posibles. Y no me refiero al
tío Abelardo. No. Sería el ave que vuela más largo; con ello llegaríamos lejos,
aunque no sabemos hasta donde.
*ave-jaruco. No me refiero al abejaruco, esa avecilla comedora de insectos. Me
refiero a un ave que andaría entre las jaras que pueblan nuestros bonitos
montes y, por tanto, difícilmente saldría de Extremadura, pues jaras hay para
dar y tomar.
*ave-jorro. Otra opción a debatir. Pues tampoco me refiero al célebre insecto
zumbón del verano. Dícese horro u horra, “jorro-jorra” en argot ganadero, de la
res que está por libre, desembarazada. Es decir, nuestro AVE, al ser MIXTO,
bien pudiera ser un ave horro (jorro), suelto, sin corresponderse con nada.
Señores
políticos que regís nuestra querida Extremadura, trabajad porque nuestro Ave
sea eso, un AVE con todas las garantías, y cuanto antes le tengamos mejor. Por
una vez, unid vuestras fuerzas en defensa de esta nuestra tierra, tan
necesitada de grandes y seguros caminos, aunque sean de hierro, que mitiguen
nuestras enormes distancias a cualquier parte. Y si termina en Badajoz, pues no
pasa nada. Ya se prolongará hasta Lisboa cuando nuestros buenos vecinos
portugueses lo quieran. Nosotros no les vamos a reñir porque vengan
a coger el AVE a Badajoz.”
Eso es
lo que decía el artículo. Pero hete aquí que otra vez un buen señor, catalán
por más señas, que responde por el nombre de Alberto Rivera, de un partido
político que se autotitula “Ciudadanos”, dice que no, que el AVE extremeño no
interesa, y además no importa a nadie.
Y otra
vez nuestro gozo al pozo.
“Cet a
dire”, que diría un francés. Extremadura por decisión de uno que quiere mandar
en España, pasa nuevamente a ser un país de tercera. Como buen catalán, él ya
tiene ave, grandes aeropuertos, grandes edificios, un enorme puerto de mar,
etc., etc. Nosotros, los “ciudadanos” extremeños, somos una raza inculta,
retrasada y vaga; por eso no merecemos llamarnos “ciudadanos”, ni siquiera de
tercera o cuarta clase. No podemos anhelar nada de lo que ellos ya tienen. Y lo
malo es que van de la mano de otros que predican al mismo compás y con el mismo
son.
Pobre
Extremadura. Seguiremos en el vagón de cola del gran tren europeo. Pero lo
verdaderamente triste es que muchos extremeños aplaudirán la idea.
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