LA GRAN FIESTA DE LOS PALOMOS EN BADAJOZ (20-21-22 de mayo de 2016)
Ramón Lorente De la Luna
(11-5-2016)
Nada de
pensar mal. No. En Badajoz, ya desde hace unos cuantos años venimos recibiendo
a todas las personas que bajo el seudónimo de “gay”, u “homosexual”, justifican
una escapada a esta bella tierra del oeste de España.
Esta fiesta
popular ha arraigado en Badajoz, y entre sus actos destaca la “Ruta de la tapa
& tarta”. Se desarrolla entre el 11 y el 21 de mayo. Y el ambiente se nota.
Semanas antes de la fecha el comercio se anima y las gentes hablan y hablan de
la fiesta. Y el número de visitantes crece y crece. Ya no es sólo el mundo
“gay”; ahora, al socaire de la gran fiesta acuden muchas personas por el simple
hecho de disfrutar de la misma.
La pena es
que también acuden otro tipo de personas que nada tienen que ver con el
ambiente que por estos días se respira en Badajoz. Pero bueno, son gajes del
oficio.
Lo que sí es
cierto, es que Badajoz se llena de un bullicio alegre y colorista, que empieza
por la parte alta de la ciudad, antes la Plaza Alta. Ahora, como no se coge,
pues toda la gran Alcazaba se dedica a este evento. Pero el gentío se
desparrama por toda la gran urbe.
Por cierto,
¿sabían ustedes que la Alcazaba de Badajoz es el recinto amurallado de este
tipo de construcción árabe más grande Europa? Pues lo es.
Es decir,
cabe de sobra un elevadísimo número de personas de todas las tendencias, de
todos los sexos y de todas las edades.
A todo esto
añadamos los inigualables productos de la tierra que sirven de base a las ricas
tapas: Pimentón de la Vera, Aceite de Monterrubio, Queso de los Ibores, Aceite
Gata-Hurdes, Queso de la Serena, Torta del Casar, Jamón Dehesa de Extremadura,
Cereza del Jerte, Miel Villuercas-Ibores, Cordero de Extremadura, Ternera de
Extremadura, Vino Ribera del Guadiana, entre otros. Mezclen adecuadamente estos
exquisitos productos con toda la variedad de verduras imaginables de las
grandes vegas extremeñas, y con sus famosas y abundantes frutas, y tendrán los
platos más exigentes que se puedan pedir a una avanzada restauración de
reconocido prestigio internacional, arraigada en las ancestrales costumbres
culinarias de sus pobladores: iberos, celtiberos, tartesos, fenicios, romanos,
visigodos, árabes, sefardíes, pastores, la tradición monacal, los productos del
Nuevo Mundo, y la influencia portuguesa.
Pues a
disfrutar de la fiesta. Y que la misma sirva de atracción a nivel mundial, para
relajar un poco los atávicos prejuicios y los odios y guerras que aún comprimen
a nuestro hermoso planeta. Pues es el único que tenemos.
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