viernes, 15 de noviembre de 2024

OLIVENZA NO ES PORTUGAL

OLIVENZA IT’S NOT PORTUGAL (Olivenza no es Portugal)

 

¿Qué dice la historia? Vamos a ceñirnos, en lo posible, a las tierras situadas al sur del Sistema Central (Guadarrama, Gredos, Sierra de la Estrella, etc.).

 

Prehistoria- ¿Cuándo aparecen los seres humanos en nuestra tierra? A ciencia cierta no se sabe. Los asentamientos en Iberia se datan en cientos de miles de años.

-De los periodos “Achelense” y “Musteriense” abundan los restos. Pero es el Paleolítico inferior el que aporta los restos humanos más antiguos de esta tierra. Luego de vivir al sur del macizo central miles de años, los de Atapuerca pasan al norte por varios sitios.

-Los restos en cuevas y grutas, caso de Maltravieso, Conejar y Santa Ana, en Cáceres, indican que pudieron habitarse por “neandertales”, luego por el “Homo Sapiens”, con pinturas rupestres de 66.700 años aC, primeras halladas en el suroeste peninsular, así como restos humanos y de cerámica.

-Del Paleolítico superior se acepta que son los humanos actuales, llegados hace unos 50.000 años. Del Neolítico nos legan grandes monumentos megalíticos, como el dolmen del Lácara. Y restos de verdaderos poblados, como Huerta Montero, Almendralejo, 4600 aC.

-Del Neolítico final existen varios asentamientos de unos 3.500 años aC.

  Estas tierras no eran ni Portugal ni Castilla, entonces no eran “estados”, sino más bien terreno ocupado por diversas tribus, muy entroncadas entre ellas, que respetaban los límites de cada una. No sabemos cómo las nombraban, pero veamos su formación:

Etapa Prerromana. Las tierras estaban habitadas, básicamente, por:

-Vetones: Ocupaban la provincia de Cáceres, Ávila y parte de Salamanca, Toledo y Badajoz. Con Ulaca (Gredos), como la “Oppida caput vetonia”, y Mérida como “Oppida” importante. Por el oeste llegaban a tierras al norte de la Sierra de la Estrella.

-Lusitanos.- Población arquetípica de las extensas tierras al sur del río Tajo, y hasta parte de Sierra Morena: ocupaban gran parte de la actual Extremadura. Su capital era Arse, o Arseaga, hoy Azuaga (Badajoz). Ciudad mítica y legendaria equidistaba de Llerena y Fuenteovejuna. Los historiadores Plinio y Tholomeo la citan por su poder y suntuosidad. Asdrúbal, general cartaginés, la cercó, más se retiró ante la férrea defensa de los arsanos. A ella llegaban hombres y animales de todas partes de Hiberia, con productos que cambiaban o vendían en su próspero comercio. Por el este llegaba hasta la actual Fuenteovejuna (antes Mellaria, luego Fuenteabejuna) Por el oeste llegaban hasta las tierras al sur de la Sierra de la Estrella.

-En el sur, lindando con la depresión bética estaban los célticos, pocos y sin influencia.

  Vetones y Lusitanos estaban muy entroncados, con delimitaciones territoriales difusas. La unión entre ambos pueblos era fuerte, con uso común de los nombres, caso de  Reburus, vetón y Viriato, lusitano.

  Estos pueblos conviven con tartesos, que ocuparon cierta extensión de esta tierra, dejando hermosos palacios o templos, “Cancho Roano” y “Turuñuelo”, que asombran por su esplendor. Habrá muchos más por descubrir. Conviven más al este con oretanos, que poblaban las tierras de Toledo, y con carpetanos de Córdoba y el Guadalquivir. Fenicios, griegos y cartagineses recorrieron sus tierras.

  En tiempos fenicios, las tierras de vetones y lusitanos se comunicaban bien con el resto de Iberia:

-Ruta del oeste.- Salía desde Olissipo (Lisboa), llegaba hasta Emérita, y continuaba por la actual Santa Amalia, hasta Siruela, desde donde subía hacia Guadalupe y cruzaba el puerto de “Rebatacapas”, saliendo a Puente del Arzobispo (Toledo).

-Ruta del sur.- Venía de Gadir (Cádiz), pasaba por Híspalis y por la poderosa ciudad "Vultimaco" (hoy Fuente de Cantos), Segeda hasta Mérida, continuaba por Cáceres y llegaba a los castros al norte de Gredos, Salmántica, Arbocala, etc.

-Ruta de los santuarios.- Venía de Corduba hasta Arse (Azuaga), torcía hacia Zalamea de la Serena, pasaba por los santuarios de “Cancho Roano”, “El Turuñuelo”, llegaba a Metellenium, y seguía hasta encontrar la “ruta del oeste”.

  Rutas que conocían bien los fenicios, que sigue el cartaginés Aníbal cuando arrasa los poblados de Ávila, Salamanca, Valladolid, etc., al marchar sobre Roma el 221 aC.

  Según Heródoto, los foceos son los griegos que primero llegan a Iberia: la llamaron “Iberiké”.

Cartagineses: Contra ellos los pueblos de Hiberia entablan terribles batallas. Ello, como ya hemos visto, conduce a la destrucción de grandes y bonitas ciudades, castros y poblados, pero no trastoca la división territorial que dichos pueblos tenían desde tiempo inmemorial.

Etapa romana: Empieza la que puede decirse “historia de Iberia conocida”. Con documentación y recuerdos que permiten descubrir nuestros ancestros más o menos cercanos. O sea, ya nos podemos dedicar un poco más a nuestros vetones y lusitanos, a los que el tiempo, como iremos viendo, condicionó y mucho su devenir histórico.

  La invasión romana se produjo en la Hiberia igual que la anterior: a costa de barbarie, sangre y destrucción por parte de los invasores en lucha contra sus pobladores.

  Marco Fulvio Nobilior ocupó Toledo en el 192 aC. En el 147 aC, Viriato, con vetones y lusitanos derrotó al Pretor romano Cayo Plauto en un lugar del río Tiétar, ubicado entre las poblaciones de Candeleda (Ávila), y Navalcán (Toledo). El año 139 aC Viriato fue asesinado.

-El historiador Tito Livio, en su enciclopedia del mundo romano, dijo de Hispania:

“aunque fue la primera provincia importante invadida, fue la última en ser dominada totalmente”.

-Cita la “Lusitaniae Celtiberiae” como “montibus pecora”, o sea, muy rica en ganado.

  El geógrafo griego Estrabón, amigo de Octavio Cesar Augusto, decía:

“las tierras entre los ríos “Tago” (Tajo) y “Ana” (Guadiana), eran en la antigüedad una verdadera Mesopotamia, por la belleza de los objetos de adorno y cerámica que en la misma se encontraban, y por su dulce clima y su tierra productiva”.

  Yo admiro y respeto a Estrabón, porque dice la verdad, pero hago dos reflexiones:

a)-Estrabón nunca estuvo en Iberia y, por tanto, en Lusitania ¿Quién le contó tales noticias? Es lícito presumir que el mismo Octavio Cesar Augusto, o sus generales, le informaron de tan ricas tierras.

b)-Estrabón tuvo dudas sobre el verdadero asentamiento del Paraíso Terrenal. Yo no: estaba entre dos ríos, el Tago y el Ana (Tajo y Guadiana).

  La cita de Estrabón se conoce en España después de 1787.

  La romanización se basa en dos ejes esenciales de desarrollo:

1º)-Establece una singular división administrativa territorial, creando la “Provincia”, que se divide en diócesis y conventus. No está claro cuál fue primera si la diócesis o el conventus, o ambas nacen a la vez. La diócesis era una unidad territorial más amplia que el conventus, pero éste se adaptaba a la situación étnica prerromana.

  La “Provincia” contenía el concepto jurídico de “conjunto de atribuciones otorgadas a un magistrado para ejercer con imperium en el ámbito de su jurisdicción”.

  De esta división administrativa del territorio resultaría la “Provincia Lusitana”. En la partición del año 27 aC se decían lusitanos hasta el sur de la actual Galicia. Entre los años 16 y 7 aC, se dice que son galaicos hasta el Duero. Sus límites territoriales, con ciertas lagunas y modificaciones, serían:

  Por el Oeste, desde la desembocadura de Duero; bajaba por la costa del ”mare tenebrosum”, Atlántico, hasta el “Sacrum Promontorium”, hoy Cabo de San Vicente, bordeaba la costa por el Sur llegaba hasta la desembocadura del río Ana, Guadiana; subía aguas arriba del mismo por su margen derecha; por el Sur seguía una línea que arrancando del río Ana continuaba dirección Este, incluyendo los términos municipales actuales de las localidades de Fregenal de la Sierra, Fuente de Cantos, Llerena, Fuenteovejuna, desde donde torcía al norte hasta encontrar el rio Ana, Guadiana. Desde Puebla de Alcocer, por Valdecaballeros, llegaba a Maqueda (Toledo), seguía al norte incluyendo las tierras de Ávila, desde donde, en línea recta, incluyendo tierras de Salamanca, llegaba a la localidad de Fermoselle, Zamora, a encontrar otra vez el Duero, siguiendo su curso hasta el Atlántico.

  Los límites son imprecisos. Los del Sur-Sureste se prefijan en razón de que en las zonas citadas existen grandes necrópolis que no son de la “Bética”. Los límites los cuentan Plinio y Estrabón en función de lo que a ellos les contaban. Y que durante algún tiempo, Lusitania incluía Galicia y Asturias.

  El emperador Augusto, dividió Lusitana en tres conventos jurídicos:

-Escalabitano.- Capital Escalabis (Santarem). Actual Portugal entre el Duero y el Tajo

-Pacense.- Capital Pax Iulia, Beja (no seguro). Actual Portugal entre el Tajo y la costa de Faro.

-Emeritense.- Emérita Augusta (Mérida). Capital de la Provincia Lusitana. Comprendía poblaciones tan importantes como Metellinum (Medellín), Norba Caesarina (Cáceres), Turgallium (Trujillo), Cauro (Coria), Caesarobriga (Talavera de la Reina), Salmántica (Salamanca), Caliabria (Ciudad Rodrigo), Abula (Ávila), y muchas otras de menor importancia. Queda claro que los asentamientos de vetones y lusitanos, estaban dentro del convento Emeritense, “Colonia Augusta Emérita”. Emérita Augusta era el gran foco romano del oeste. Híspalis, luego Sevilla, fue otro centro del poder romano. Muchos autores piensan que en este nombre está el origen de "España".

  Emérita Augusta cobra esplendor con Roma. Para Ávila, algunos historiadores mantienen que fue fundada por los romanos, quienes la darían el nombre de “Abila”, “Obila”, “Abyla” o “Abela”. Tuvo su mayor esplendor en los siglos I-II, con gran riqueza ganadera, practicando la trashumancia. A las tierras del suroeste bajaban pasando el sistema central por los puertos El Pico, Cordel de Candeleda y Tornavacas.

  Son los romanos, pues, los que otorgan el primer nombre conocido a nuestras tierras: “Lusitania”, de acuerdo con los pueblos que entonces la poblaban.

  Como ejemplo, decir que la Colonia Emérita Augusta, o sea, el término municipal de Mérida, llegaba hasta Valdecaballeros. En este punto, una lápida existente indica que limitaba con otra gran colonia, la "Colonia Claritas Iulia Ucubitanorum", Ucubi, la actual villa de Espejo (Córdoba). Valdecaballeros dista en línea recta unos 107 kms. de Mérida y 183 de Espejo. Los recaudadores de impuestos y administradores recorrían estas distancias para rendir cuentas a la administración central del imperio romano.

2º)- Dota de amplia y moderna red de comunicaciones.

  La división administrativa conlleva la unión del territorio por una red de vías de comunicación a ciudades y poblados, que permiten el rápido desplazamiento de personas y mercancías. Las legiones romanas y la gran urbe de Roma, necesitan alimentos, y a ellos se dirigirá, pues, la producción de las fértiles tierras del territorio que dicen Lusitania. Cito las rutas esenciales:

-Vía Dalmatia: Alio Itinere ab Emeritam Caesar Augusta-CCCXLVIII. M.P. (348 milia pasum o miliardos). Es la antigua ruta del oeste. Venía de Escalabis (Lisboa y Setúbal), hasta Mérida, llegaba a Toledo, donde entroncaba con otras poderosas rutas.

-Vía lata ó palata, luego "vía de la plata". DLI.M.P (551 miliardos). Es la ruta del sur. Subía desde Gadir (Cádiz), pasaba Híspalis, entroncaba en Segeda con la ruta que subía desde Córdoba. Seguía hasta Emérita Augusta, donde enlazaba con la "vía Dalmatia". Gran parte de la "Vía Palata" la formaba el "Iter ab Emeritam Caesar Augustam DLI", es decir, el camino de Mérida a Zaragoza. Pasaba por Salmántica (Salamanca), y Arbocala (Zamora), donde se bifurcaba. Un ramal salía hacia Zaragoza. y otro llegaba a "Sublantia" y "Floris", luego Legio Séptima Gémina (León), hasta las “Médulas”, minas de las que tomó el nombre.

-Ruta de los santuarios. Desde "Túrdula", después "Corteba", luego Corduba, y hoy Córdoba, salía la vía que pasaba por Espiel, en cuyo término estaba la famosa fortaleza conocida como "Mano de Hierro". Seguía por Bélmez, pasaba por la famosa "Mellaria", hoy Fuenteovejuna, una de las poblaciones más antiguas de Hiberia, famosa ya en la antigüedad por su gran producción de miel. Fue arrasada por los árabes. Llegaba a Arsa, o Arse, hoy Azuaga, donde se bifurcaba: una ruta seguía para Llerena, la "Regina Turdulorum" romana, y llegaba hasta Segeda (Zafra), famosa por sus grandes fiestas y ferias ya en la antigüedad. Otra seguía hacia el norte, por Zalamea de la Serena, Metellinum y Siruela, cruzaba la sierra por Guadalupe, y seguía por Puente del Arzobispo hasta hallar la Vía Dalmatia en Oropesa.

  Los romanos destruyeron Arsa, mas a su alrededor crearon una gran red de colonias, caso de Regina (Reina), Regiana (Casas de Reina), etc. Los árabes la llamarían "Arseaga", nombre que, como en tantas otras ciudades iberas ha ocurrido, se fue alterando hasta quedar en el actual de Azuaga. Pero es fácil oír a sus habitantes la palabra "Arsuaga", rememoración de la antigua "Arsa" o “Arse”. De aquí era Viriato, el guerrero lusitano que se enfrentó a los invasores de turno.

-Vía Guinea. Partía de "Bracara Augusta" y "Conimbriga", Braga y Coimbra (Portugal); pasaba el Tajo por Alcántara (Cáceres) y enlazaba en Cáceres con la "Vía Palata". El bello puente de Alcántara se levantó el año 106 por el arquitecto romano Caius Iulius Lacer en honor del emperador Trajano.

  Los romanos crearon muy pocas rutas nuevas. Pero las existentes fueron preparadas con una técnica ejemplar, las calzadas, dotadas de firme de piedra labrada, con grandes puentes para atravesar los ríos, caso de Alcántara, Toledo, y de “Alcántara”, Cáceres. A ellos unir el largo puente de Mérida. Es decir, una densa red de comunicaciones, necesaria para el proceso migratorio que trajo la dominación romana.

Etapa visigoda. Los godos mantienen la estructura romana. Nacen los “comes civitatis”, condes. Por encima de ellos estaban los “duces Proviciaex”. El potente núcleo de Mérida seguirá con su poder. No cambian el nombre. Seguía siendo ”Lusitania”, mas aumentan su extensión incorporando la actual provincia Huelva, con la población llamada “Pax Iulia”.

  En Emérita Augusta estaba el fabuloso monasterio de “Cauliana”, posiblemente la primera universidad europea; a él los godos poderosos enviaban a estudiar a sus hijos, en régimen de internado. De él salieron personas ya con el título de “don”, caso del “comes” Don Julián, el obispo Don Oppas, y el rey Don Rodrigo.

  El rey Rodrigo se enfrenta a los musulmanes en el río wadi Lakka, Guadalete, donde se produce la traición del Obispo Oppas, hermano de Vitiza, y el abandono de sus tropas. Unos dicen que Rodrigo muere en la batalla, otros dicen que murió en la batalla de “Segoyuela”, Salamanca. Pero está confirmado que se refugió en Mérida después de la misma, en el monasterio de Cauliana, huyendo a Portugal en unión de un monje de nombre Romano al llegar los árabes, llevándose la imagen de la Virgen de Nazaret de dicho monasterio; murió años después en Vizeu, Viseo (Portugal).

  Días antes de ser cercada la ciudad por los árabes, algunos habitantes huyeron bajando por el río Ana en barcas, pasando por el incipiente poblado ibero-godo de Badajoz, llegaron a las costas atlánticas y subieron a Galicia. Entre ellos muchos clérigos y monjas. Se cree posible que las reliquias del apóstol Santiago procedan de Mérida, y que sean las mismas que se veneraban en el “Monasterio de Santa María Princesa de las Vírgenes”, pues en el lugar de Galicia al que llegaron se levantó una iglesia de igual título, y venerando las mismas reliquias.

Periodo árabe. En el verano de 712 Mérida, que había recogido los restos del ejército del rey Rodrigo, incluso al mismo rey, ofrece heroica defensa que dura un año. El 30 de junio de 713 claudicó. Fue una de las pocas ciudades cristianas que resistió.

  Lusitania se convierte en la “Cora Aftasí” con capital en Mérida, una de las coras más extensas y ricas. En el año 1031 nace el ”Reino Taifa de Badajoz”, independiente de Córdoba, al igual que la taifa de Murcia, del célebre “rey Lobo”; ambos son los únicos independientes de Córdoba. El reino aftasí en cierto modo mantuvo los contornos territoriales de “Lusitania”.

  Los árabes no cambian los nombres existentes. Por el ejemplo al rio Tajo le llamaron “wadi Tago”; al Guadiana “wadi Ana”. El Tajo no cambió de nombre. ¿Porqué el río Ana si?. Wadi es un prefijo que significa “río”.

  Hasta mediado el siglo X el territorio árabe de Al-Ándalus tuvo tres provincias eclesiásticas cristianas: Toledo, Bética y Lusitania, que contenían otros 18 obispados. Lusitana, con Mérida como Sede, se extendía hasta Coímbra y Lisboa, por el oeste; sus obispos eran aprobados por los árabes de Córdoba. En el siglo X Salamanca y Coria, reconquistadas por los cristianos ya no pertenecían a Mérida.

  Según las crónicas árabes en Mérida quedaron tres iglesias, Santa Jerusalén, Santa Eulalia intramuros, que pudo ser hospital, y Santa Eulalia extramuros, y el monasterio de Cauliana. Los conventos se regían por la orden de San Benito, y tenían que curar, hospedar y socorrer a los árabes necesitados, y a cuantos llegasen a sus puertas. En el mismo siglo X todas fueron convertidas en mezquitas.

  Por la persecución religiosa de Abderramán III muchos lusitanos suben a tierras cristianas. En tiempo de Alfonso VI de Castilla, los mozárabes que quedaron fueron exterminados por almorávides y almohades, y las iglesias derribadas. A mediados del siglo XI no había cristianos en la Lusitania.

Reconquista. En 1079, tras la derrota de Alfonso VI de Castilla en Sagrajas, Badajoz, la poca importancia política, militar y religiosa de Mérida pasó a favor de Badajoz.

  En 1158 el tratado entre Fernando II de León y Sancho III de Castilla, origina que caballeros catalanes con Ermengol VII, conde de Urgel, ocupen Alcántara, Badajoz y otras poblaciones; pero dejan a su rey Aben Habel de vasallo. Cáceres se entrega a la “Orden Fratres de Cáceres”, luego “Orden de Santiago”.

  En 1165 Fernando II de León se enfrenta al portugués Gerardo Sempavor, que había ocupado Évora, Trujillo, Cáceres y Montánchez, y quería ocupar Badajoz. El rey leones con los musulmanes de Badajoz recupera las tierras ocupadas por Sempavor, y confía su defensa a Ermengol VII, a Fernando Rodríguez de Castro, el “Castellano”, y al arzobispo de Compostela. Ermengol y Rodríguez de Castro son recompensados con varios territorios y ciudades lusitanas, no eran portuguesas (Portugal no existía).

  Al arzobispo compostelano le recompensó evitando que las Sedes y el clero portugués dependieran de Braga (Portugal), o Toledo (Castilla). El arzobispo quería Mérida: Fernando II de León se la donó antes de conquistarla.

  Con Alfonso VII de Castilla, el obispo de Compostela Diego Gelmírez logró que Roma restaurase el arzobispado de Mérida y su traslado a Santiago de Compostela. Gelmírez fue nombrado “Arzobispo Compostelano y Vicario Apostólico para las Provincias (eclesiásticas) de Mérida y Braga”.

  Días después el papa Calixto II nombra a Jerónimo de Perigor obispo de Salamanca, (es el Jeromo del Cantar de Mío Cid), y a Gonzalo como obispo de Coímbra. No dependerán del arzobispado de Toledo, sino de Compostela. Éste arzobispado se posesionó muchos años de la parte de la Provincia Lusitana liberada de los árabes, hasta que el Papa decretó que las diócesis de Lamego y Guarda fueran para el arzobispado de Compostela, y las de Coímbra y Viseo para al arzobispado de Braga, que será Sede Primada de Portugal al separarse de Castilla.

  Se cumplía la promesa de Alfonso VII de Castilla: el Arzobispado Metropolitano de Lusitania, “Emérita Augusta”, se donó a Santiago de Compostela. Su inmenso valor nunca será ponderado. El arzobispo de Toledo se opuso con vigor a restaurar la Sede de Mérida.

  Cuento estos tejemanejes como muestra del peso político-religioso que tuvo el arzobispado de Mérida durante el poder visigodo, y el respeto que le tenían los demás arzobispados.

  Entre 1174-1196 los almohades ocupan toda Lusitania. León y Castilla pierden sus conquistas.

  Les digo lo que pasó con el obispado vetón de Ávila, sufragáneo de Mérida. No hay datos, pues en el 714 Tarik, o Muza, arrasaron la ciudad. Se convirtió así en objeto de deseo de cristianos y moros por su estratégica situación. En el 785 estaba bajo dominio árabe, pues Abderramán I la visitó. Alfonso III de León la recupera, y Almanzor la ocupa en el siglo X. En el 1007 el general árabe Abdelmetic Almudafar derribó casas y murallas hasta los cimientos. Con Fernando I de León la ciudad estaba en ruinas. Según los cronistas, en 1092 se inicia la reconstrucción de Ávila, el templo del Salvador y sus murallas. En 1120, Ávila y Mérida eran sufragáneas de Santiago de Compostela.

  Durante la Reconquista, los reinos de Portugal, León y Castilla se disputan las tierras lusitanas. Portugal cede su parte al “Conde de Portus Cale”.

  Alfonso III el “Magno”, de León, se apoderó de la ciudad de Viseu, Portugal, y halló la tumba de Don Rodrigo, con la sencilla inscripción: “Hic requiescit Rudericus rex gothorum”.

  Hasta aquí Portugal no existía. En el siglo IX el rey Alfonso II de Asturias, empieza a nombrar “Provincia Portucalense” a un territorio al norte del río Duero, o sea, era del reino de Asturias hasta 1139 en que Alfonso I de Portugal es proclamado rey.

Nacen las “Extremaduras”. ¿Qué era la “Extremadura”? Podíamos decir que la “Dura frontera”, o la “Frontera extrema”, nada parecida a la Comunidad Autonómica que hoy decimos Extremadura. La palabra Extremadura deriva del latín “Extrema Dorii”, “en el otro extremo del Duero”, o “Extremos del río Duero”.

La castellana. Era la frontera de los reinos cristianos del norte, caso de Castilla y León con al-Ándalus: tierras en torno al Duero por el sur: Soria, norte de Segovia, Rioja, etc., que se configuran como la “Extremadura”.

La leonesa. El reino de León llega hasta Cáceres, y luego hasta Badajoz y Mérida. Para distinguirla de la “Extremadura castellana” se dice “Extremadura leonesa” desde 1202, Cortes de Benavente. El reino leones se dividió en 4 regiones: León, Galicia, Asturias y la Extremadura leonesa. Desaparece la Lusitania.

“Frontera extremeña” o “Frontera extrema dura”. Tierras al sur del Sistema Central. La conquista de Toledo trae la reconquista de la “Extremadura”. Se llamaba así a una zona amplia subdividía en tres partes:

-a) Oriental o verdadera.- Tierras del Duero, Atienza, Sigüenza, Medinaceli, Berlanga, Almazán y Soria. Repobladas entre los siglos XI y XII. De aquí el certero dicho histórico que Soria lleva en su escudo: “Soria pura, cabeza de Extremadura”, nombre que no tiene nada que ver con la actual Comunidad Extremeña.

-b) Occidental.- Salamanca, Alba de Tormes, Ledesma, Ciudad Rodrigo. Repoblada.

-c) Castellana.- Ávila, Segovia, Sepúlveda, Cuellar, Iscar, Olmedo y Medina del Campo, en plena repoblación.

  Al morir Vermudo III de León sin descendencia, 1037, sus derechos pasan a su hermana Sancha, mujer de Fernando I de Castilla, y se produce la primera unión de los reinos de León y de Castilla.

  La Extremadura castellana estaba casi despoblada: era refugio de campesinos que huían del yugo feudal, aventureros y delincuentes. Para ganar población, a ciudades y villas se les daban fueros, cartas de libertad y base jurídica para su autonomía.

  Pero era reserva de pastos para la potente ganadería del norte, y zona que los reyes castellano-leoneses querían organizar militarmente para presionar a las taifas de Toledo y Badajoz. Ganaderos y agricultores tenían mayor libertad jurídica que al norte del Duero, pero con dependencia señorial:

-por un lado los concejos cogen gran poder.

-por otro la Iglesia forma sus dominios a expensas de la pequeña propiedad.

  Ello origina la gran propiedad en manos de fuertes sectores concejiles y de la Iglesia.

  La caída de Toledo, 25 de mayo de 1085, primera gran ciudad árabe reconquistada, hace que la zona pase a manos cristianas.

  Desde 1086, el valor estratégico de la “Extremadura real”, o sea, las tierras al norte del Sistema Central, aumenta en gran manera, al pedir la monarquía a los concejos que hagan frente a la invasión almorávide. Se harán las razias de las milicias concejiles para lograr alto botín. A ello se suma la riqueza ganadera, ovina sobre todo, de los caballeros villanos a partir de los siglos XII-XIII.

  La repoblación de las tierras entre el Sistema Central y el Tajo fue rápida. A partir de 1186 Alfonso VIII ocupa Plasencia y asegura Gredos y el valle del Jerte, tierra a la que llamó “Extremadura de Castilla”, cuyo territorio comprendía: “Desde el río Ebro hasta el Sistema Central, con 40 comunidades de Villa y Tierra; las vicarias de Serón y Monteagudo, y las villas episcopales y sus territorios de Osma, Segovia, Ávila, Sigüenza y Plasencia”.

  En 1230 Alfonso IX de León conquista la “Taifa de Badajoz”, que comprendía los concejos hoy conocidos como Badajoz (incluida Olivenza), Cáceres, Ciudad Rodrigo, Galisteo, Granadilla, Jerez de los Caballeros, Montemayor y Salvatierra de Tormes. Algunas de estas poblaciones entonces no existían o se llamaban de otra manera.

  A partir de 1286 Alfonso VIII recobra Plasencia para asegurar el macizo central de Gredos, y el Valle del Jerte. Los reinos de León y Castilla acuerdan que la delimitación de ambos reinos, tocante a Extremadura, sería la “Vía de la Plata”, de norte a sur: nace así la “Extremadura castellana”.

  Hay duda sobre la ubicación de Badajoz: Estrabón dice que estaba en la tierra de los célticos. Ttolomeo, Plinio y el Anónimo de Ravena la colocan en Lusitania. El historiador Gaspar Barreyros la identifica con Pax Augusta, y que los árabes la llamaron Baxangus. Pero es cierto que estaba en Lusitania: en el cerro de “La Muela” ya hubo un poblado visigodo, más o menos importante.

Provincia de Extremadura

  Desde 1326 se venera a la Virgen de Guadalupe.

  En las Cortes de Toro, 1371, se dice Extremadura a una región administrativa, y desde 1390, Cortes de Segovia, es “Provincia Extremeña”. Al unirse Castilla y León se unifican todas las “Extremaduras”, la leonesa y la castellana. En el transcurso de los siglos XV-XVI el concepto de “Las Extremaduras”, la leonesa y la castellana, toman el nombre actual de “Extremadura”. Mas en lo administrativo no se aplicó en sentido estricto: en 1528 Truxillo, era la única capital del territorio de la Lusitania.

Referencias en siglo XVIII

  En 1766 Tomás López de Vargas Machuca, geógrafo de Carlos III, hace un mapa de España: el territorio Lusitano aparece divido en “Provincia de León”, que se correspondería de forma ambigua con la provincia Badajoz. La actual provincia de Cáceres no existía. Sus tierras, de extensión poco parecida a la actual provincia, se dividían entre los obispados de Coria y Plasencia. Pero no la dice Extremadura. El reino de Toledo, regido por la Iglesia, llegaba hasta cerca de Trujillo.

  En 1787 las tierras que quedaban de Lusitania estaban repartidas entre Badajoz, Cáceres, Salamanca, Córdoba, Huelva, Toledo y Sevilla.

Ocupación francesa.-

  En 1810 el francés Poirson, geógrafo de Napoleón, hace un mapa de España donde la Lusitania no sale muy bien parada. Dividen la Lusitania entre Cáceres y Mérida.

División territorial del ministro De Burgos: 1833

En 1822 se hace la división entre Badajoz y Cáceres, que en 1833 ratifica el ministro De Burgos. La Lusitania se divide en dos provincias: Badajoz y Cáceres. Sus principales pobladores son:

-Vetones: ocupan al norte parte de las actuales provincias de Ávila, Salamanca, Cáceres y Toledo.

-Lusitanos o lusones: ocupan el centro y sur de toda la actual tierra extremeña. Era el pueblo dominante en la Lusitania y una parte de Portugal.

  A través de mi exposición dejo claro que “Lusitania”, en su mayor parte, está representada por tierras de Badajoz y Cáceres.

  Ustedes me pueden argumentar que los lusitanos son los portugueses. Pues no.

  Portugal es la parte occidental de la Península, es decir, su extremo. Fue conquistada por Alfonso I de Portugal, ayudado por Sempavor y Enrique de Borgoña, que recibió el “Condado portucalense”, con el título de “Conde de Portus Cale”. Luego conquistó hasta Faro por el sur. De aquí viene el nombre de Portugal, y que sus habitantes se llamen portugueses.

Y veamos lo que dicen los portugueses.

Al separarse Portugal del conjunto Ibérico, 13-2-1668, por el tratado de Lisboa, queda fijada la soberanía portuguesa en los límites con Badajoz, por el curso del rio Guadiana, de forma que las tierras y poblaciones en la margen izquierda del mismo, al este, pertenecen a España, pero no bien delimitado.

  Esta inconsistencia es la que en mayo de 1801 provoca la llamada “Guerra de las naranjas”, promovida por Godoy, que como pacense conocía bien los tratados con Portugal, con objeto de recomponer los límites en el curso del Guadiana en Badajoz: se ocupa parte del territorio portugués a un lado y otro del Guadiana.

  Por el tratado de Lisboa de 29-9-1864 se delimitan las fronteras vigentes entre España y Portugal desde la desembocadura del Miño hasta la desembocadura del río Caya en el río Guadiana. La margen izquierda del río Caya será española, y derecha portuguesa, y se reconocía la soberanía española de Olivenza y otras poblaciones portuguesas.

  En el área entorno a Olivenza desaparece el “coto mixto”, que se integra en España, y se cede a Portugal los “pueblos promiscuos” y aldeas situadas en la antigua frontera hispano-portuguesa: Arronches, Castelo de Vida, Barbacena y Portalegre.

  En 1926, mediante un nuevo tratado, entre otros asuntos se delimita el tramo entre el río Cuncos hasta su unión con el Guadiana, y el de éste hasta su unión con el mar. El tramo que afecta a Olivenza no se modifica.

  Y hasta aquí la situación generada a través de la larga historia de convivencia hispano-portuguesa, y los tratados que, mejor o peor, la han regido.

  Portugal nunca aceptó llamarse “Lusitania”. Portugal se llama “Portugal”. La última prueba evidente es que la bella localidad de “Monsanto”, casi en la frontera con España, frente a Moraleja (Cáceres), hace unos años fue nombrada como “La aldea más portuguesa de Portugal”. Así, como suena. Pues era tan “lusa” como Badajoz.

  Pero a partir de la creación de la Comunidad Europea (CE), y la aprobación del “Espacio Schengen”, las fronteras entre países europeos quedan difuminadas. Los acuerdos y desacuerdos pasan a segundo término. Y desde entonces, miles de pacense pasan a Elvas y a los bellos pueblos portugueses a efectuar sus compras, y degustar sus fabulosos manjares. Igualmente, miles de portugueses pasan a España, y en Badajoz encuentran modernas clínicas para tratamientos médicos, grandes comercios donde hacer sus compras, y muchos sus puestos de trabajo. Hoy los idiomas reinantes, el “portuñol” en Elvas, y el “espagués” en Badajoz, son vías de diálogo en el que portugueses y españoles nos entendemos.

  Y surge la “eurociudad”, formada por Badajoz, Elvas y Campo Mayor, bien llamada, pues todo su territorio era lusitano. Recordar que Campo Mayor fue conquistada por caballeros castellanos de Badajoz, y agregada a Olivenza, que previamente, junto con Badajoz, fue conquistada por el rey Alfonso IX de León.

  Si en algo he contribuido a aclarar un poco este trozo de historia común, pues

“muchas gracias” y “muito obrigado”.

 

 

sábado, 2 de noviembre de 2024

VIXCA VALENCIA

 

VIXCA VALENCIA

 

  La Comunidad de Valencia sufre unan terrible, pero real, pesadilla

  “En el año 2024, entre la noche del día 29 y hasta el día 31 de octubre, una fuerte DANA, arremetió contra la hermosa tierra valenciana, en su conjunto”. Así, más o menos, rezará en los anales de la historia española.

  Desgraciadamente, se cumple aquel dicho: “unos llevan la fama, y otros cardan la lana”. Y así es. El norte corre con la fama de los terribles temporales del Atlántico, pero será el Mediterráneo el que cause los mayores destrozos. Así ha sido siempre.

  Un elevado número de muertes, que pasan con mucho de los 200 cadáveres, son el triste reguero de tributos al dañino fenómeno natural, una DANA, amén de los enormes daños materiales.

  Y si lo triste son las elevadas muertes, siempre quedan los vivos. Las calamidades de estas pobres gentes tras el desastre, son y han sido incontables. Una gran nación como España, cuyo ejército está desplazado en numerosos lugres del mundo, prestando apoyo a todo el orbe, fue utilizado en un primer momento con cuentagotas, cuando lo que hacía falta era maquinaria pesada y brazos para recoger los miles de vehículos, restos de muebles, maleza, etc., que entorpecía cualquier labor de acceso a las viviendas, en las que muchas familias no podían ni salir a por alimentos, agua y medicinas.

  Tuvo que ser el pueblo llano el que se echara a la calle con palas, escobas y cubos, el que en un primer momento intentara paliar el dolor de tantísimas familias.

  Eso sí, los políticos decían que “lo que hiciera falta”, “que Valencia no se iba a quedar sóla”. A mí se me ocurre el dicho “después de muerto el buro, la cebá al rabo”.

  Pero España es la nación más solidaria que existe, y los valencianos no se van a quedar solos, de eso estoy seguro.

  Y volverá a lucir el sol, y volverán las fallas, aunque un poco más tristes, y las valencianas lucirán su traje regional: el más bonito, elegante y señorial de toda la hispana tierra. Y otra vez Valencia reirá, mientras lleva millones de flores a su Virgen de los Desamparados, la bella “Geperudeta”, y las mascletás asustarán con su estruendo.

  Y otra vez cantarán su bella canción

Valencia es la tierra de las flores

de la luz y del amor

  Y su bello himno retumbará con fuerza:

¡Gloria a la Patria

¡Vixca Valencia!

¡Vixca, Vixca, Vixca!