martes, 5 de mayo de 2015

ASESINAR EN ESPAÑA



ASESINAR EN ESPAÑA ES FÁCIL. Y ADEMÁS, GRATIS

  Día tras día vemos como son asesinadas mujeres por los bravucones. Pero lo más triste es que también vemos como son asesinados niños, sin que nadie ponga límite a tanta barbarie.
  Nos hemos acostumbrados a organizar una “manifestación”, y, después del minuto que dura, cada cual a lo suyo.
  Diariamente sacamos miles de náufragos, que dicen inmigrantes, del agua. Incluidos, claro está, sus niños. Somos capaces de enviar un montón de nuestras fuerzas armadas a lugares distantes y distintos del mundo. Incluso a buscar supervivientes tras un terrible terremoto. Pero no somos capaces de evitar que maten a nuestros niños. ¡¡Son nuestros niños!! Y resulta más deleznable cuando esos niños acuden en solicitud de ayuda fuera del ¿domicilio? donde viven, y nadie se lo presta. Nos da vergüenza proteger a un niño.
  Tales asesinatos deberían poner la carne de gallina ¿cobarde? a los mandamases de esta sociedad. Digo mandamases, por que la sociedad está enferma. Una sociedad que consiente impasible el asesinato de sus niños, no merece ser llamada sociedad.
  Tenemos unas leyes fabulosas, que nos hemos dado nosotros mismos, para amparar a todo delincuente, sea de la categoría que sea; pero los seres más inocentes no están amparados por ninguna ley. Todos los delincuentes encarcelados tienen derecho a salir de la cárcel a la primera de cambio, para seguir delinquiendo, asesinando y matando. De eso se ocupan celosamente jueces y políticos, sin que en ningún caso adquieran una mínima responsabilidad.
  Vemos, incluso, como mujeres maltratadas, y niños sin protección alguna, deben abandonar su propio hogar, para que el delincuente siga viviendo y ufanarse de ello.
  ¿Quién va a poner remedio de una vez a este terrible atropello de la dignidad del niño? ¿Quién va a exigir responsabilidades a aquellas autoridades, del signo que sean, que consienten, cuando no alientan, tan dramáticos hechos?
  A mi entender es la SOCIEDAD la primera culpable por consentirlo. Si los políticos se ponen y se quitan, pues a todos los demás también.
 ¡¡Nadie debe tener un privilegio a costa de la SOCIEDAD, que no se merezca, y que no se gane!!

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