¡IRRESPONSABLES!
Ramón Lorente De la Luna
Pues sí. Son irresponsables, aunque se les
puede llamar con otros adjetivos más concisos.
Me refiero al gravísimo problema generado con
el virus del “ébola”, a partir del comportamiento del equipo creado para atender
a las dos personas traídas de África para su tratamiento en España. Parece ser
que el “protocolo” para atender a dichos enfermos ha fracasado. ¿Quién o quiénes
son culpables?. Veamos.
En primer lugar, debemos estar muy agradecidos
a las personas que, “desinteresadamente” formaron tal “equipo de muy alto
riesgo”. Ellas deben ser objeto de nuestra admiración y respeto.
Pero dicho esto, podemos analizar algunos de
los aspectos que a lo largo de los días se han ido poniendo de manifiesto.
A- ¿Cómo se generó el citado equipo? ¿Fue
personal voluntario o forzoso? ¿Firmaron algún compromiso escrito con su
conformidad al altísimo riesgo de su vida que adquirían? ¿Se les instruyó
adecuadamente? ¿Se estableció un protocolo de actuación eficaz? Cuando se habla
de protocolo debemos entender simple y llanamente de unas normas de actuación
rigurosas y de obligado cumplimiento.
B- ¿Quién era el responsable directo de tal
equipo? ¿Era un responsable serio o de simple compadreo? ¿Cómo se eligió a los
integrantes del citado equipo? ¿En qué méritos, virtudes y eficaz formación
“profesional“ se basó dicha selección?
C- En un equipo cada cual tiene asignada una
función específica. En un equipo de “altísimo riesgo” esto debería ser y estar
plenamente contrastado, y fijar las necesarias responsabilidades. Pues parecer
ser que algo de esto, o todo, ha fallado. Veamos.
-Parecer ser
que el “periodo de cuarentena” no se cumplió ni por asomo.
-Parece ser
que cada integrante del equipo podía ir y venir a su antojo por donde mejor le
pareciera.
-Parecer ser
que no tenían muy claro que eran “sujetos de altísimo riesgo” desde el primer
momento que formaron parte del equipo.
-Parece ser
que no se les informó que en caso de “sentir algún síntoma de terrible contagio
a que se expusieron” deberían llamar a un teléfono específico, y a un lugar
predeterminado.
-Parece ser,
bueno, los “parece ser” se harían interminables, pero las gravísimas
consecuencias de dicho fallo están ahí: una serie de personas están ahora
ingresadas y vigiladas por el terrible contagio que han adquirido. Pero lo
único que preocupa, al parecer, es que se haya sacrificado a un perro propiedad
de una de estas personas. La actuación de piquetes organizados, “con patente de
dioses” porque están en todas partes, y con absoluta impunidad ante la carencia
de respuesta por parte de las distintas fuerzas políticas y coercitivas, degenerando
en insultos de asesinos a los pobres agentes del orden que cumplían con su
cometido, queda sin respuesta.
Pero los habitantes de Alcorcón en general,
han quedado expuestos a tan terrible virus. Los vecinos de la casa donde vivía
una de las personas infectadas están expuestos. Los perros de Alcorcón están
expuestos. Los vecinos de Madrid, y los vecinos de toda España estamos ya
expuestos a contraer el virus, por la actuación ¿irresponsable? de una persona
o de todo un equipo. Pues no pasa nada. Ningún vecino se manifestó a favor de
que se procediese a la limpieza quirúrgica del foco de contagio. Los establecimientos
de “peluquería” de Alcorcón temen por su clientela. Pero, ¿y el resto de establecimientos
públicos donde pudieron acudir los contagiados?
Una parte de los investigadores de España
critican que se haya sacrificado al perro, pues podría haber sido utilizado
para experimentos. Pero esa misma parte de investigadores carece de lo que hay
que tener, ellas y ellos, para coger el petate y marcharse a los países que
sufren tan terrible problema. Sus colegas ingleses, por ejemplo, no lo han
dudado, ni se han traído a Gran Bretaña ningún perro ni ninguna vaca: se han ido
ellos allí. Tal ejemplo en España es impensable. Sólo las personas de alto
valor y entrega, como los misioneros y los miembros de algunas ONG`S son
capaces de asumir el riesgo de morir, antes que dejar sin auxilio a los que allí
sufren.
En muchos países se ha levantado el
consiguiente "guirigay” por el perro. En China, por ejemplo, ¿cuántos perros se
sacrifican diariamente en China?. En España, ¿cuántos perros se matan en las
perreras diariamente?, ¿cuántas vacas, cerdos, aves, etc., se sacrifican
diariamente para comerlos calentitos en salchichas y hamburguesas?. En
Argentina, Colombia, Venezuela, Francia, ¿cuántos conejos, cerdos, terneros,
etc.? se sacrifican sin un mínimo gesto de pena?. Para qué más.
En España los culpables tienen abogados y
defensores que salen en las teles y donde haga falta. Las víctimas no tienen
derecho a nada.
Y ya dicho esto, que pensamos muchas personas,
es hora de aunar esfuerzos y confianzas. Los que gritan y llaman asesinos a los
demás son simple y llanamente un puñado de irresponsables, pues mal que nos
pese, la terrible enfermedad está ahí, a las puertas de todo el mundo, y antes
o después nos tendremos que enfrentar con ella. Pues en esta ocasión, con más o
menos aciertos, un puñado de héroes, aún a costa de su vida, lo ha hecho.
Posiblemente, los irresponsables somos todos los
demás.
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